El viajero llega Freixo de Espada à Cinta dejando atrás el Duero, que baja manso, en una mañana soleada de otoño que, paradojas dicen del cambio climático, más bien parece de incipiente primavera. El viñedo que aún no ha perido la hoja, olivos que se prestan a la recolección -todo adelantado-, algún naranjo que destaca con su naranja y los buitres que comienzan a planear desde los altos de los farayones. Un idílico paisaje en estas ladera del Duero, llámese Trás-os-Montes, Terra Quente o Arribes.

Llega Freixo, la ciudad 'manuelina', y se topa de bruces con muchos todosterrenos -esa nueva moda de andar por el campo- y cazadores. Son una TT y una montería de jabalí. Motivo para que, en esta mañana fría, se puedan degustar exquisitas sopas y, cómo no, merenda de jamón, fumeiros, quesos y algún que otro dulce, con el vino autóctono de estos parajes del Duero.

Esta es la entrada a la explicación de por qué la llegada del viajero a la villa. El municipio fronterizo de Freixo de Espada à Cinta celebra desde  ayer, y hasta el domingo 19 de noviembre, en los restaurantes adheridos al evento y la zona de restauración en el recinto ferial,  su segundo certamen gastronómico de Sopas y Meriendas, momento para degustar el mejor plato de la cocina local. Además, en este espacio hay lugares de venta de productos regionales -todos de primera calidad- y cerveza artesanal dentro del I Encuentro de Cerveceros Artesanales.

Las jornadas se desarrollan en los restaurantes del municipio y en una carpa, acoplada al Auditorio Municipal, donde hay instalados dos restaurantes con sus menús, como también expositores de embutidos, quesos, dulces de almendra, aceite, vinos e, incluso, cerveza y vinos biológicos. Los menús serán variados y totalmente tradicionales: empanadillas; tortillas de pan, espárragos o cebolla. Sopas de huevo, tomate, pan y matanza. Embutidos y quesos artesanales de oveja y cabra. Además, habrá menús de jabalí, ternera y cerdo, pero condimentados de manera tradicional. El viajero observa la destreza en la cocina de estas gentes rurales. Todo natural, como esas sopas de patatas, o las otras de verduras, como también la que se confeccionaban de tomate, que se vierte en el pan.

En general, según la presidenta Maria do Céu Quintas, “se pretende, con estas actividades, seguir haciendo de Freixo de Espada à Cinta, un destino de turismo gastronómico y cultural, especialmente en el mercado español”.

Freixo de Espada à Cinta… sabe bien!

FOTOGRAFÍAS LUIS FALCAO