Figueira de Castelo Rodrigo, escenario del maridaje cordero, vino y música
El municipio de Figueira de Castelo Rodrigo se ha convertido en el lugar perfecto para maridar el vino de su bodega, el cordero autóctono -que llaman de la Marofa- y la alegría, la convivencia vecinal y la música, con el fado en un pequeño rinconcito del alma, el espacio y el tiempo.
Figueira de Castelo Rodrigo, ese municipio dentro de otro municipio Aldeia Histórica de Portugal -Castelo Rodrigo- pone fin al IV Festival de Borrego da Marofa que realiza los almuerzos en los seis restaurantes del concejo, A Cerca, O Dias, Estalagem Falcão de Mendonça, Arco-íris, o Girassol y o Transmontano y la Adega de Castelo Rodrigo, adheridos a esta iniciativa puesta en marcha por la Cámara Municipal de Figueira de Castelo Rodrigo, que preside Paulo Langrouva. Una iniciativa que, de paso, llevó a muchos visitantes, tanto españoles como los amigos llegados desde la freguesía de Madalena (Vila Nova de Gaia), a visitar el vasto patrimonio histórico del concejo. Es el caso de la mencionada Aldeia Histórica de Portugal, una Maravilla, Castelo Rodrigo, como también el Convento de Santa Maria de Aguiar -de la orden del Císter-.
Una clausura del Festival que contó con una populosa y popular cena celebrada en el Pabellón Desportivo de Figueira -con los restaurantes adheridos así como stands con productos autóctonos -donde el excelente vino tinto Castelo Rodrigo fue también protagonista, el modesto, pero de calidad precio espectacular-, el espumante bruto delicioso y ese desconocido vino dulce que nada tiene que envidiar al más apetecible Porto. Todo ello tomando como plato fuerte los menús elaborados con Borrego (cordero) da Marofa, de producción baja pero que en ella está la excelencia por sabor, color y crianza… Una delicia cocinado en sopa con menudos, en guiso o a la brasa…
Iniciativa que perdurará en el tiempo como las amistades y el fado
Merece la pena acercarse a este municipio puerta de la Beira Interior y Trás-os-Monte, aunque el viajero se queda más por su pertenencia a la tierra transmontana, por la importancia que en su territorio tienen los ríos Duero -canalizador y catalizador de la fusión portuguesa y castellano y leonesa y con el emblemático puerto fluvial de Barca d'Alva- y el Águeda -aunque también surca sus tierras el Côa-. Visitar Figueira de Castelo Rodrigo es acercarse a la historia de frontera, a un rico patrimonio arquitectónico, a una naturaleza que ofrece productos de excelencia como el vino de primera calidad en la Adega Figueira -qué gran acierto esa bonito, moderno, acogedor y amplio salón de catas, de mano de la Câmara Municipal y acuerdo con la Bodega- y el aceite, el cordero (borrego) y las almendras. A una gastronomía en los diversos restaurantes del concejo de primera calidad, y a un turismo rural de gran importancia, tanto en las diversas casas rurales diseminadas por el concejo, como por la excelencia del Convento de Santa Maria de Aguiar y Colmeal.
Y para terminar la noche, un fado alegre, como éter caído del cielo en los oídos y el alma, de la garganta y el sentimiento del gran fadista de Évora, Nuno da Câmara Pereria, con quien el viajero compartió, mesa, mantel y conversación. Y también con los amigos de Madalena, incluida conversación sobre Cataluña, no podían faltar las preguntas -siempre motivo de conversación en Portugal- con el alegre y profundo líder político, Bruno Miguel Oliveira (PS), joven aunque sobradamente preparado, llamado a metas altas en Gaia, con quienes el viajero se comprometió a visitar sus exultantes playas.
Saudade é amar um pasado que ainda não passou. É recusar um presente que nos machuca. É não ver o futuro que nos convida… Navega, Portugal, ahora chegou, levanta tua estatura de proa e entre as ilhas e os homens volve a ser caminho. A esta idade agrega tua luz, volta a ser lâmpada, aprenderás de novo a ser estrela. Vivo cada dia como se fosse cada dia. Nem o último, nem o primeiro, simplesmente o único, cachis!
FOTOS LUIS FALCÃO