Los Lagos del Sabor, ese enorme cañón de agua remansada que baña territorios de Torre de Moncorvo, Mogadouro, Alfândega da Fé y Macedo de Cavaleiros, también se han convertido en un lugar de atractivo faunístico. Hasta la fecha, muchas eran las aves y mamíferos que deambulaban por el territorio y dañados entre trampas humanas y enfermedades que, en muchas ocasiones, provenían de la mano del hombre.

Para hacer frente a esta irreparable pérdida, la Câmara Municipal de Torre de Moncorvo, que preside Nuno Gonçalves, junto a otras entidades regionales y defensoras del Medio Ambiente, como también con la Universidad de Tràs-os-Montes, se ha creado en la hermosa freguesía de Felgar, que mira altanera desde la ladera las aguas calmas, el Centro de Interpretación Ambiental y Recuperción Animal.

Tanto el presidente Nuno Gonçalves, como el secretario ejecutivo de AMBS, Víctor Sobral, dejan claro que el Ciara nace para atender un objetivo "muy claro, organizar y promocionar la cultura científica y tecnológica así como la difusión del conocimiento sobre un territorio absolutamente fantástico".

Este Centro, que cuenta con unas modernas instalaciones dotadas de salas explicativas e interactivas, quirófanos y salas de cura animal, criaderos... busca una relación directa y atractiva con la comunidad rural que vive en estas tierras, pero, sobre todo, una interacción con el público joven en términos educativos y demostrativos de los tesoros naturales ligados al Bajo Sabor.

Todo ello desde el campo divulgativo, pero el Ciara también tiene otra importante faceta, como es el Centro de Recuperación Animal que permitira la recepción , recogida, tratamiento y recuperación de animales salvajes en un espacio geográfico grande, que recorre el Parque Natural de Montesinho, el Parque Natural del Duero Internacional y el Parque Natural del Valle del Tua. Un amplio territorio donde son comunes el águila real, el águila Bonelli, el milano, el buho, el buitre de Egipto, el buitre, el halcón peregrino, el halcón pineraico, la garza real, la cigueña negra, la nutria europea y la toupeira de agua.

Felguera, la vida rural que sale al encuentro

Para llegar al Ciara desde Torre de Moncorvo se hace por la freguesía de Felguera, donde la vida rural corre calma y silenciosa en la tranquilidad campestre. Un pueblo del Sabor, ya en la vertiente del Duero. Construcciones multicolores de antaño que se mezclan con el enfoscado arquitectónico actual. Verdes praderas donde pastan parsimoniosos rebaños de ovejas cuidados sin desmero por jaurías de mastines prestos a evitar la presencia de cualquier extraño. Es tierra de predios de almendros y frutales.Y también del amable guía Rubén Leal.

El carrilano llega una tarde de viento y amenzante lluvia que, aún, hace más atractivos en la sima del cañón el espejo de los valles. Enormes balsas de agua que no tienen ni principio ni final, porque no son más que una serpiente que se escurre mansa entre laderas suaves y montañas. Son los Lagos del Sabor que se han convertido en un nuevo atractivo transmontano de incalculable valor turístico, económico y, sobre todo, natural.

Como un juego en los confines del tiempo y el espacio, se puede percibir la naturaleza y aprender a mirar y proteger la inmensidad de la riqueza que nos rodea, permitiéndonos soñar con un mundo mejor, ay!

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO