Por segundo año consecutivo, la freguesía de Bemposta, perteneciente al concejo de Mogadouro, ofrece todo un ejemplo del poder de convocatoria que tienen las diversas máscaras ancestrales -aún siendo un encuentro/desfile- cuando se desarrolla en su propio entorno. Es decir, cuando es el pueblo o aldea la que vive con intensidad, fiesta, convivencia y participación ese evento que, en otros entornos, parece como nuevo invento. Las gentes de Bemposta, y otras muchas llegadas de los pueblos del entorno, tanto de un lado como otro del Duero, se han echado a la calle, este sábado, para vivir uno de los momentos más especiales del municipio. Donde también se contó con la presencia del viceconsejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Raúl Fernández Sobrino.
Bemposta se convierte en el centro de la máscara ibérica. Un evento que, a pesar de su corta edad, es ya una referencia, han estado presentes desfilando por sus calles más de 30 máscaras y caretos de la Península Ibérica. Han llegado de las provincias de Zamora, León, Ourense, Palencia y Cáceres (de Interés Turístico Nacional) en España y los distritos de Bragança, Aveiro y Viseu en Portugal. Además, la música tradicional también hizo acto de presencia con banda de gaitas astures y zamoranas, tamborileros y los gaiteros transmontanos. El evento contó también con un Mercado Temático de Productos Tradicionales.
Las cosas bien hechas, bien parecen. La colaboración vecinal, casi siempre en el anonimato sin figureos ni protagonismos, demostró que el pueblo, cuando se convierte en protagonista, es el verdadero artífice de los éxitos de los respectivos eventos. Una edición festiva y muy trabajada. Bemposta se echó a la calle. Las mujeres mayores absortas en los umbrales llevaban de buen ver las bromas de los caretos. Ni un mal gesto, ni una palabra malsonante. Es que Bemposta es aldea de careto, el Chocalheiro que, cada año, ininterrumpidamente, al alba de los días 26 de diciembre y 1 de enero, recuerda los ritos más ancestrales del municipio, convirtiéndose en su mayor seña de identidad etnográfica.
Grupos de Portugal, sobre todo del concejo de Mogadouro y de Bragança, y Coimbra y Viseu, como también de tierras de León y Zamora y Cáceres y Orense han hecho del sábado una jornada más que interesante, llena de alegría, juegos/brincadeiras, humor y muchas convivencias a escasos 6 kilómetros de la frontera por Fermoselle y Villarino de los Aires, que han permitido, a muchos visitantes y vecinos, conocer ritos que se pierden en los tiempos y dan identidad a los pueblos que los mantienen vivos.
Fueron los grupos de máscaras que se darán cita en este pueblo rayano del Duero del Chocalheiro de Bemposta |Chocalheiro de Vale de Porco (Mogadouro) | Farandulo de Tó (Mogadouro) | Diabo, Morte e Censura (Bragança)| Careto de Valverde (Mogadouro) | Caretos de Salsas (Bragança) | Caretos de Baçal | Caretos de Ousilhão (Bragança) | Caretos de Grijó (Bragança) | Caretos de Parada | Caretos de Lazarim (Lamego) | Cardadadores de Vale de Ílhavo | Caretos de Torre Dona Chama | Caretos da Lagoa de Mira | Chocalhada de Brunhosinho. En cuanto a la representación española, estuvieron presentes los Jurrus y Castrones (León) | El Zangarrón de Montamarta (Zamora) | El Toro del Carnaval | El Atenazador de San Vicente de la Cabeza | La Visparra de Vigo de Sanabria | La Obisparra de Pobladura de Aliste (Zamora) | Jarramplas de Piornal | Carantoñas de Acehuche, de Cáreces | Antruejos de Villanueva del Valrojo, declaradas como Fiestas de Interés Turístico Nacional | Los Cigarrones de Verín (Ourense) . Además, la música tuvo también un componente especial, con la animación de los Gaiteiros de Bemposta y los Tamborileros de Fermoselle (Fermoselle, Zamora), además de la Banda de Gaitas As Portelas de Lubián, la Banda de Verín y los grupos de bombos de las respectivas mascaradas como Lazarim.
Sin lugar a dudas, Bemposta -de la mano de sus vecinos-, vivió e hizo vivir una jornada intensa, bella, fundamentada en la amistad y la convivencia. Ya cuando la noche caía, y tras un buen caldo en casa de la prima, el viajero cogerá camino de Miranda, donde Os Sabores Mirandeses. Pero aún sonaban en la distancia los bombos de Lazarim y las gaitas, cajas y bombos de las aldeas del concejo de Mogadouro y de Luvián y Verín. Pero también las voces tranquilas de los jóvenes zangarrones de Montamarta, que ni las risas que permanecían de las abuelas podían nublar, nos hacía comprender que merece la pena luchar por tu identidad. Por el recuerdo de los que ya no están pero dejaron su legado rico y único. Como los antepasados del viajero, cuyos espíritus recorrían también las calles bellas y antañonas de la aldea paterna. Ya decía Aldous Huxley que «el recuerdo de todo hombre es su literatura privada». Y el viajero matiza que hay recuerdos que el tiempo no borra, aunque hoy el amigo Cristovão de Grijó no trajera a bota vinho, ay!
REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO