"¿Por qué las fronteras siguen abiertas y sin control sanitario?". Es la pregunta que se hace públicamente uno de los principales representantes políticos del PSD del distrito portugués de Guarda, Carlos Condesso, concejal en la cámara de Figueira de Castelo Rodrigo, recogiendo las voces de la mayoría de sus convecinos, temerosos de la amenaza procedentes de territorio español con el coronavirus en ascenso.
"Somos una zona fronteriza, donde diariamente muchos ciudadanos pasan el país de un lado a otro para hacer sus compras, abastecer sus coches de combustible, o simplemente para visitar amigos.
Hay una fuerte relación entre los ciudadanos de ambos lados de la frontera y eso es saludable, pero en este momento excepcional deben adoptarse medidas radicales de prevención para detener la pandemia y salvaguardar la salud de los ciudadanos de ambos países. Sólo en nuestra región vecina de Castilla y León ya están confirmadas 5 muertes por coronavirus, dos de ellas en Salamanca, aquí mismo al lado, a poco más de 100 km. Esta región tenía hasta ayer 223 infectados (más que en Portugal), lo que es para nosotros una situación preocupante", apunta el dignatario.
"El peligro de contagio viene de todos lados y estamos más cerca de España que de Oporto o de Lisboa.
En nuestro distrito los consejos de Almeida, Figueira Castelo Rodrigo, Sabugal y la Guardia tienen que tener cuidado mayor frente a la proximidad".
"Si el remedio para esta epidemia es la prevención y el aislamiento social, ¿a qué está esperando el gobierno para cerrar las fronteras y dejar circular sólo el transporte con bienes de primera necesidad? ¡Mañana puede ser demasiado tarde! A nosotros nos piden estar en casa y nosotros solo pedimos actitud, responsabilidad y sentido común al gobierno. Cierren las fronteras, por nuestra salud", ruega Condesso.