El Gobierno de Portugal ha acordado decretar el estado de calamidad a partir de medianoche para tratar de revertir la "evolución grave" de la pandemia de coronavirus, lo que implicará la entrada en vigor de nuevas restricciones, entre ellas rebajar de diez a cinco el número máximo de personas que pueden reunirse.
"Este maratón es largo y solo terminará cuando haya un tratamiento eficaz", ha anunciado el primer ministro, António Costa, al término del Consejo de Ministros en el que se han acordado restringir a un máximo de 50 los invitados en bodas y bautizos. "Tenemos que dar la señal de que estos eventos familiares son posibles, pero deben ser limitados", ha añadido.
Costa, que ha descartado que se puedan volver a cerrar las fronteras con España, ha evitado anunciar nuevas normas para el sector de la hostelería, aunque sí ha alertado de cierta relajación en los protocolos y ha instado al conjunto de la población a no bajar la guardia y tener en cuenta que el virus sigue circulando. Las fuerzas de seguridad reforzarán las labores de vigilancia, ha avisado.
El Gobierno presentará ante el Parlamento una iniciativa para imponer el uso de la mascarilla en la vía pública y hacer obligatorio el uso de la aplicación StayAwayCovid, destinada al rastreo de posibles contactos de casos positivos, en entornos especialmente sensibles como el laboral, el académico y la administración pública, según la cadena RTP.
RÉCORD DE CONTAGIOS EN 24 HORAS`
Portugal ha registrado en estos últimos días algunos de los peores datos de contagios de toda la pandemia, consolidándose ya por encima del millar de positivos diarios. Este miércoles, por primera vez, se han superado los 2.000 casos en 24 horas, en concreto 2.072.
El Ministerio de Salud de Portugal tiene registrados 91.193 positivos, de los cuales 34.583 son considerados casos activos. Al menos 2.117 personas han perdido la vida víctimas de la COVID-19, siete más que en el balance del martes, mientras que 957 enfermos permanecen hospitalizados, 135 de ellos en cuidados intensivos.