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Región

Los implicados en el asesinato de Larralde niegan su autoría

25 enero, 2017 14:35

El hombre acusado de asesinar a Roberto Larralde, José Ramón Vega, ha asegurado en su declaración en la Audiencia Provincial de León que no cometió el crimen de Roberto Larralde porque era su amigo "y nunca se le pasaría por la cabeza", a lo que ha añadido que con su retroexcavadora "podría hacer un agujero de cuatro metros en cinco minutos, enterrarte y que no le encontrara nadie".

La Fiscalía solicita para José Ramón Vega una pena de 20 años de prisión, mientras que la acusación pide 25 años, por un presunto delito de asesinato, por ser acusado de llevar a la víctima al lugar del crimen y dispararle por la espalda causando su muerte, tras lo que ha asegurado la acusación particular que le golpeó en costillas y genitales. Todo ello, en un plan criminal que ambas acusaciones consideran que ha sido urdido por la viuda de Larralde, Miriam Caballero, y su amante, Julio López.

En la declaración prestada este martes por el acusado de ser el autor material de los hechos, éste ha accedido a responder únicamente a las preguntas de su defensa, ante las que ha defendido en todo momento su inocencia en el asesinato del ex boxeador Roberto Larralde y ha asegurado que cuando descubrió que este había fallecido "se le vino el mundo encima".

No obstante, José Ramón Vega sí ha reconocido haber visto a Roberto Larralde la noche de su muerte, ya que ambos acudieron a Santa Olaja de la Rivera para dar, juntos, "un palo de chocolate", es decir "robar una gran cantidad de droga".

Así, el acusado ha asegurado que ambos acudieron en su vehículo al margen izquierdo del río Bernesga, frente a la gravera situada en Santa Olaja de la Rivera, donde se encontraron con tres personas del Este en un vehículo marca BMW, de los que Roberto Larralde conocía a uno de ellos, los mismos que decidieron que Vega debía irse de allí "porque no se encontraba en condiciones", quedando Larralde a solas con ellos tres.

Fue al día siguiente cuando, según el relato de José Ramón Vega, volvió a encontrarse con las personas que vio la noche anterior, en esta ocasión para prestarles su máquina excavadora en el supermercado Aldi de Puente Castro, donde se la devolvieron unos veinte minutos después.

En su declaración, el presunto asesino de Larralde ha afirmado haberle entregado su teléfono móvil a Carlos Heli en la noche del crimen, así como haberle dicho a su mujer "ya estamos los cinco en prisión" al referirse también a Julio, Miriam, Carlos y Froilán, pero "por decir algo porque no hubo ningún crimen con ellos".

Asimismo, José Ramón Vega ha asegurado que se siente "engañado y utilizado", aunque no ha sabido matizar si "por Julio, por otras personas o por las personas del Este que estuvieron con Roberto Larralde".

El autor intelectual tampoco tuvo nada que ver

Por su parte, el acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Roberto Larralde, Julio López, ha asegurado en la primera sesión de la vista oral que no tuvo implicación ninguna en el crimen y que no conocía al fallecido.

Julio López, para quien la fiscalía y la acusación particular piden 20 y 25 años de prisión respectivamente, por un presunto delito de asesinato al idear, según las acusaciones, un plan para acabar con la vida de Roberto Larralde para así poder mantener libremente una relación sentimental con su viuda, Miriam Caballero.

El acusado ha asegurado en la sesión celebrada el pasado martes en la Audiencia Provincial de León que no conocía a Roberto Larralde, "ni de vista ni de oídas", pero que un tiempo después de iniciar una relación con Miriam Caballero supo que ésta "había estado casada con un Larralde", aunque sí ha reconocido que recomendó a Miriam que denunciase a su marido por incumplir la orden de alejamiento.

Julio López ha negado encargarle la realización del crimen a José Ramón Vega, así como que contactara con Roberto Larralde para acudir a dar "un palo de chocolate", como Vega había declarado previamente. También ha negado pedirle a Carlos Heli que recogiera el teléfono del presunto autor material y que realizara una serie de llamadas telefónicas.

Además, el acusado de ser el cerebro del crimen que causó la muerte a Roberto Larralde, ha negado haberle dicho a Miriam Caballero durante su viaje a Madrid "tranquila, ya está todo hecho", frase que una compañera del viaje aseguró que éste había pronunciado.

Sin embargo, López ha explicado que tres días después de la desaparición del exboxeador, la familia Larralde le pidió que acudiera a su casa, donde ha asegurado que le interrogaron sobre un robo de colonia, tras lo que ha informado de que le pegaron y le pusieron una pistola en la cabeza.

Finalmente, la jornada del martes se cerró con el testimonio de otro de los acusados, el detective privado Froilán Álvarez, amigo de Julio, para el que la Fiscalía y la acusación particular piden 20 y 25 años de prisión, respectivamente, por haber colaborado en la elaboración del plan y haber aportado información sobre cuestiones técnicas.

A este respecto, Froilán ha negado su asesoramiento sobre el posicionamiento de las antenas y sobre a quién y cómo deberían llamar para "deslocalizar el teléfono móvil", un hecho que ha justificado alegando que si lo hubiera hecho "habría asesorado que llamaran a un Telepizza o a un taxi".

El juicio se reanudará a lo largo del miércoles, donde está prevista en primer lugar la declaración de Carlos Heli, sucedida por la de la viuda de Larralde, Miriam Caballero, así como los implicados en la venta del arma, Adrián Martínez y Antonio Gabarri.