Al Ayuntamiento de Retortillo no le ha quedado más opción que abrir expediente sancionador a la empresa minera Berkeley Minera España S.L, tras informarle la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Salamanca que las obras de desvío de la carretera SA-322 tienen que ser autorizadas.
Lo que no ha hecho el Ayuntamiento de Retortillo, como es su obligación, es paralizar esas obras de las que fueron informados por los vecinos de ese municipio. "Es incomprensible la impunidad con la que actúa Berkeley", aseguran desde Stop Uranio.
La empresa se acoge a que presentó una declaración responsable para dar inicio a las obras. Esa declaración responsable, "no es una carta blanca" para ejecutar unas obras para las que necesita autorización de uso excepcional de suelo rústico y licencia urbanística. Al faltar esa autorización, los vecinos de Retortillo no han podido alegar los daños que se han producido por las obras de desvío de la carretera.
La realidad es que Berkeley da por descontada la sanción que le pueda ser impuesta. Su objetivo era aparentar que la mina había comenzado aunque carezca de los permisos oportunos.
En la página web de la empresa minera figura que las obras de construcción de la mina han comenzado en 2016, habiendo hecho una ampliación de capital con imágenes de la maquinaria pesada que ha realizado las obras por las que les van a sancionar.
Esta noticia se añade a la conocida esta semana en la que la organización ambientalista WWF señala que la mina de uranio a cielo abierto va a destrozar una zona protegida de alto valor ecológico.
"Nos preguntamos, ¿Qué más tiene que pasar para que se abandone definitivamente este proyecto tan insensato? ¿Quién va a detener los desmanes que viene realizando Berkeley en nuestra tierra?", preguntan desde Stop Uranio.