"Envolví los cuerpos en plásticos y los tiré al pozo"
La abuela de Argelys, la niña de 9 años que murió presuntamente asesinada y descuartizada junto a su madre, Adolfina Puello, a manos de la pareja de ésta en junio de 2014, Leonarda Sánchez, ha asegurado que lo "veía venir" por el "maltrato" a las que las sometía. Los cuerpos fueron encontrados en San Vicente de la Cabeza (Zamora).
Así lo ha asegurado Sánchez antes del comienzo de la segunda sesión del juicio, donde ha indicado que se sentía "muy agobiada" para declarar y "muy disconforme" con los medios de comunicación por no haberle dado apoyo en el momento de la desaparición. "Nadie me tomó en cuenta", ha subrayado.
Además, Leonarda Sánchez ha reiterado que al poner la denuncia "hizo lo que tenía que hacer". Por otra parte, ha indicado que siente "gran impotencia" y que ha perdido 15 kilos. "Miren cómo estoy, antes pesaba 65 kilos, ahora 50... siempre con psiquiatras", ha alegado.
El acusado, Raúl Álvarez, sostiene ahora que no es "culpable" de los crímenes, según ha manifestado su abogado durante el informe previo al interrogatorio del acusado.
Frente a su versión, las acusaciones particulares sostienen que mató a las mujeres, decapitando sus cuerpos y cortando a ambas víctimas manos y pies. Así consta en los escritos de acusación de las partes que sospechan que el crimen se produjo después de que éste descubriera que la mujer trabajaba en una casa de citas y no como empleada del hogar.
La Policía encontró los cadáveres de sus víctimas en un pozo del pequeño municipio de San Vicente de la Cabeza (Zamora). Al parecer, el acusado las habría asfixiado y habría trasladado sus cuerpos hasta la zona donde se hallaron os cadáveres.
Ambas fallecidas eran dominicanas. La menor era fruto de una relación anterior de Puello con un hombre que falleció también trágicamente en República Dominicana. Fue la abuela paterna, residente en España, la que denunció la desaparición de ambas el 30 de junio de 2014.
El acusado: "Envolví los cuerpos en plásticos y los tiré al pozo"
El acusado de matar a su pareja, Adolfina Puello, y la hija de ésta en junio de 2014, ha confesado este martes durante la segunda sesión del juicio que acabó con la vida de ambas, aunque no recuerda el modo, y que envolvió los cuerpos con plásticos y los arrojó a un pozo en la localidad zamorana de San Vicente de la Cabeza.
"Forcejeamos y la ahogué; estábamos en la cocina, la agarré por el cuello, pero no recuerdo cuánto tiempo apreté, ella intentó golpearme, defenderse", ha indicado el acusado, Raúl Álvarez, ante preguntas del Ministerio Fiscal. Sin embargo, no ha podido precisar el modo con el que terminó con la vida de la hija de Adolfina, Argelys.
Álvarez ha añadido que envolvió los cuerpos de ambas con "plásticos" que había en el domicilio que compartía con Puello, en la calle Sancho Panza, que los introdujo en el maletero de su coche y los llevó hasta el pozo en Zamora.
Según ha declarado en la Sala A de la Audiencia Provincial de Madrid, Álvarez no llamó a Emergencias después de asesinar a ambas mujeres por los "nervios". Por contra, el acusado ha negado que decapitara los cuerpos de las asesinadas, tal y como ha recordado el Ministerio Fiscal que fueron hallados.