La apisonadora del Atlético Valladolid pasa por encima del Granollers (33-21)
Son muchos los adjetivos grandilocuentes que podrían definir al Atlético Valladolid en el partido que ha realizado este sábado en Huerta del Rey para pasar por encima del Granollers (33-21). Excelso, imparable o arrollador son algunos, pero la caja en blanco puede ser rellenada por cualquier palabra que encumbre a los gladiadores azules, que hoy lo fueron más que nunca.
Una primera parte para enmarcar de los hombres de Nacho González, con un gran nivel en todas las facetas del juego y sobrepasando al Granollers, que solo estuvo por delante en el primer gol del encuentro.
El Atlético Valladolid salió lanzado a por su séptima victoria consecutiva en Huerta del Rey, y en el primer parcial a los diez minutos ya se vio que sus ganas de hacer sangre eran insaciables con un 6-2 que puso todo de cara. Tras ello, Carlos Viver solicitó un tiempo muerto para intentar parar la sangría, pero la herida no dejaría de brotar.
La garra de Roberto Pérez, la dirección y los goles de Diego Camino o los buenos movimientos de Abel Serdio y de Nico López en el pivote fueron algunos de los factores que se mezclaron de tal manera que se generó la tormenta perfecta sobre un Granollers que no podía hacer más que verlas venir.
El conjunto catalán no dio la cara, ni en ataque ni en defensa. Los gladiadores azules fueron un muro infranqueable para el rival, con toda la línea de seis tan conjuntada que parecían uno y resolviendo de tal manera que ya en la primera mitad acabó con una ventaja de once goles (20-9) y el 83% de acierto en tiros a puerta.
La segunda parte no comenzó tan eléctrica como los primeros treinta minutos, pero el Atlético Valladolid, a pesar de la ventaja de once goles, salió con la intención de ampliarla y seguir aprovechándose de un desnortado Granollers. Los goles de Víctor Rodríguez, Jorge Serrano y Roberto Pérez y la dura defensa hicieron que en los cinco primeros minutos la distancia se aumentara hasta el 23-9.
Pero el conjunto catalán quiso demostrar que no se iba a dejar avasallar durante todo el partido y sacó el orgullo para recortar cuatro goles en una fase del encuentro en la que los de Nacho González bajaron una marcha y no estuvieron tan acertados en ataque. No obstante, a quince minutos del final la ventaja seguía siendo de once (25-14) y la victoria para los locales estaba más que asegurada.
El partido entró en una fase de toma y daca que favoreció al Recoletas Atlético Valladolid, a pesar de los intentos de hombres como el portugués Da Silva. Uno de los más acertados de los visitantes.
Pero de nada sirvió ya que este partido lo ganó el Recoletas Atlético Valladolid desde el minuto uno, con el apoyo de una grada que hizo vibrar a Huerta del Rey gracias a la comunión generada con los jugadores. El fortín vallisoletano vio como la octava victoria consecutiva como local llegó con suficiencia y a la espera de que visite este pabellón el Barcelona.