El Ayuntamiento de Valladolid ha reducido su deuda hasta los 107,3 millones de euros en 2016, lo que supone una diferencia de poco más de 20 millones con respecto al año anterior. Este montante de deuda viva es el más bajo desde 1997, cuando la cifra fue de 63,5 millones de euros.

Esta deuda supone un nivel de endeudamiento del 42,3% de los recursos ordinarios liquidados en el ejercicio, que se aleja del 110% máximo permitido por las leyes españolas.

Datos que han sido presentados este lunes por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y por el concejal de Hacienda, Antonio Gato, quienes han dado cuenta de la liquidación del presupuesto de 2016 y que han de ser aprobados en el pleno ordinario del mes de marzo que se celebra este martes.

Las cuentas del Ayuntamiento de Valladolid presentaron un superávit de 26,1 millones de euros, así como el cumplimiento de la regla de gasto, cuyo techo no se ha alcanzado por 424.000 euros. Datos que hacen gozar al Consistorio de una “buena salud financiera”, con unas cuentas “saneadas” gracias al superávit y al pago a proveedores. Esto permitirá afrontar el futuro “con tranquilidad” y permitirá afrontar nuevas inversiones en 2017 que no estaban contempladas en los presupuestos de este año.

No obstante, tanto Puente como Gato han criticado las limitaciones que supone la regla de gasto para Ayuntamientos que están “saneados” como el de Valladolid. Supone un “corsé importante” porque “limita” el crecimiento y el gasto en áreas importantes.

En cuanto a la ejecución de las inversiones, estas han ascendido a los 22,5 millones de euros, lo que supone un 71,32% de los 31,5 millones presupuestados, cuando en 2015 fue del 68,5%. Este porcentaje bajaría hasta el 48,9% si se incluyeran las inversiones financieramente sostenibles aprobadas en 2016 con cargo al superávit del Presupuesto de 2015. Datos

Estos datos, ha asegurado Puente, no podrían haber sido mejores por ese “corsé” que supone la regla del techo de gasto, que el Ayuntamiento no ha alcanzado por 424.000 euros y que no podía haberse superado sin haber incumplido la regla.

A este respecto, el primer edil ha asegurado que de cumplirse las previsiones de gasto, en 2017 el Ayuntamiento incumplirá esta regla. Por ello, ha incidido en la reclamación de que el Ministerio de Hacienda "relaje" las limitaciones que aplica la Ley de Estabilidad Presupuestaria a los ayuntamientos que sean solventes y cumplan las condiciones de estabilidad y solvencia, como es el caso del de Valladolid.

Inversiones

Con los 26 millones de euros de superávit se pueden afrontar nuevos planes para inversiones financieramente sostenibles (IFS) o seguir amortizando deuda. Para ello, se tiene en cuenta el remanente de tesorería, que en 2016 ascendió a 41,4 millones. De la diferencia de ambos conceptos sale la cuantía que se podría destinar a inversiones financieramente sostenibles en 2017 y a amortización de deuda.

La idea del Ayuntamiento es realizar las inversiones financieramente sostenibles que no se adjudicaron en 2016, algo que decidirá cada área, o la posibilidad de afrontar otras nuevas con la intención de partirlas en dos años. En un primer momento con la adjudicación de proyectos para después estar más centrados, al año siguiente, en la ejecución de las obras correspondientes.

Las cantidades destinadas a las inversiones financieramente sostenibles no ejecutadas a 31 de diciembre, como ha matizado Antonio Gato, no desaparecen, sino que pueden volver a incluirse en las obras del programa del año siguiente si las obras ya estaban adjudicadas en esa fecha. .