Cortometrajes de Oscar en el Festival de Cine de Medina
El Balneario de Las Salinas ha sido el escenario en el que los directores Esteban Crespo y Juanjo Giménez han relatado su experiencia como candidatos al Oscar al Mejor Cortometrajes. Una actividad enmarcada en ‘Conversaciones del Balneario’ de la 30ª edición de la Semana de Cine de Medina del Campo.
Junto al productor David Casas y Luis Mariano González, director del Festival de Cine de Alcalá de Henares, han desgranado los detalles del proceso para llegar hasta los prestigiosos galardones. La conversación, bajo el título ‘Del corto al Oscar’, ha estado moderada por Ismael Martín, director de la Oficina de Distribución de la ECAM y coordinador de Madrid en Corto.
Tal y como ha explicado Martín, las dos opciones para poder optar a la nominación al Oscar son, por un lado, ganar alguno de los festivales en España que clasifican directamente para ello y, por otro, estrenar el corto en Los Ángeles.
Precisamente, la cita cinematográfica de Alcalá de Henares ha conseguido recientemente pasar a formar parte de la lista de cinco certámenes que, en nuestro país, ofrecen esa plataforma a los directores. “Queríamos abrir una nueva ventaba al corto español para llegar al Oscar, porque ninguno de los festivales que hasta ahora clasificaban cuenta con un concurso nacional como nosotros, sino sólo uno internacional, por lo que las posibilidades de que entrase un corto español eran menores”, ha explicado.
Crespo, nominado en 2014 por ‘Aquel no era yo’, ha animado a los asistentes a tratar de llegar a los Oscar optando por la segunda vía, la del estreno en Los Ángeles. “Cuando llegué allí, me pregunté a mí mismo que por qué no lo había hecho antes con otros cortometrajes teniendo la posibilidad”, ha comentado Crespo, nominado en 2014 por ‘Aquel no era yo’. El director madrileño, que la próxima semana estrenará su primer largometraje, ‘Amar’, en el Festival de Málaga, ha recordado que cuando él rodó aquel exitoso trabajo, estrenar en Los Ángeles costaba, aproximadamente, 700 euros.
“Es algo que tenemos a nuestro alcance, hay que intentarlo, somos el ejemplo de que puede funcionar, siete cortos españoles han estado nominados”, ha apuntado, “pero algo estamos haciendo mal si los franceses han estado nominados casi un centenar de veces”. El director, además, ha insistido en que, una vez que llega la nominación, “hay que ponerse a trabajar muy rápidamente, tienes que aprender cómo funciona todo esto”.
“Otras industrias se ponen a trabajar meses antes, sólo con que el cortometraje entre a formar parte de la shortlist, la primera lista de candidatos, pero en España no lo hacemos”, ha señalado. Contar con un publicista de prestigio en la meca del cine es clave para que cualquier trabajo tenga opciones de llevarse el premio. En este sentido, Giménez, nominado al Oscar este año 2017 por ‘Timecode’, ha añadido que “los académicos no ven los cortos, porque son miles, de ahí la importancia de los publicistas”.
Tanto Crespo como Giménez han coincidido en la enorme visibilidad que otorga estar nominado al galardón. “He podido hacer una película porque he sido candidato al Oscar, es algo que me ha colocado en el punto de mira a nivel de la industria”. El prestigio que supone tal hazaña le regaló a Crespo una curiosa anécdota: “He estado nominado a los Goya en dos ocasiones pero nunca me invitaron a hacer la alfombra roja; me nominaron al Oscar, y me llamaron inmediatamente para hacerla”.
Sobre el máximo galardón del cine español y los festivales nacionales, Casas ha apuntado que, en ocasiones, se ponen trabas a muchos trabajos para llegar hasta ellos, porque “los baremos que se usan para medir un corto son los de un largo, y no se piensa en que a veces estamos ante gente que está empezando, que rueda para seguir caminando, para dar un paso más”.
En cuanto a la situación del cortometraje en España, ambos directores han destacado que el cortometraje aún tiene mucho camino por recorrer, pese a los reconocimientos más allá de nuestras fronteras. “En España no existe una industria del cortometraje, ni los políticos ni el propio sector cinematográfico muestran su apoyo”, ha indicado Crespo.
“Las ayudas siempre son a posteriori”, ha apuntado, “y al final, por ejemplo, ha sido Juanjo, él solo junto a su gente, el que ha sacado adelante ‘Timecode’”. Giménez ha reconocido que la nominación al Oscar le hizo ver que el cortometraje “sí puede tener cabida en la industria”. “Fue cuando llegamos allí cuando nos dimos cuenta de que realmente genera negocio”, ha afirmado.