Muchas pistas apuntan hacia la culpabilidad de Miguel Ángel Muñoz
Dos denuncias previas de peregrinas extranjeras, nerviosismo ante una primera batida, cambio de dólares y actitudes sospechosas. Para la Jefe de la Policía Local de Astorga, eran muchas las pistas que apuntaban hacia Miguel Ángel Muñoz Blas como presunto autor del asesinato de la peregrina Denise Pikka Thiem cuando realizaba el Camino de Santiago en 2015.
Para la agente de Policía, el hecho de que Muñoz Blas guiase a los cuerpos del estado hasta donde se encontraba enterrado el cadáver de la peregrina estadounidense fue esencial, "sin él no se habría encontrado el cuerpo de Denise".
En orden cronológico, el círculo se cercaba sobre la persona de Miguel Ángel. Según ha detallado la Inspectora, en una primera batida realizada en las inmediaciones de la vivienda del acusado, éste apareció en bicicleta y "aseguró que no había sido testigo de nada, ni había visto nunca a Denise", pero se mostró con una actitud "de nerviosismo".
Más tarde, cuando se empieza a considerar a Miguel Ángel Muñoz como sospechoso, una investigación de sus llamadas telefónicas demuestra que, mientras que generalmente eran de pocos minutos, el día seis de abril tenía una duración de tres cuartos de hora, por lo que se sospecha que sea con un familiar cercano para descargar una situación de tensión.
Es en el mes de septiembre cuando se desarrolla una investigación bancaria gracias a la que se descubre que Muñoz Blas había hecho el cambio de dólares a finales de abril, tras lo que se procede al registro de su domicilio en el momento en el que él sale de León. En dicho registro a la vivienda de Muñoz Blas, la Inspectora Jefe asegura que se localiza un zulo bajo el cemento, donde se encuentra una elevada cantidad de dinero, una camiseta quemada y unos auriculares quemados. Paralelamente, se procede a su detención en Asturias y su traslado a León.
Un año antes, una peregrina de nacionalidad alemana denunció un ataque con un teaser en las cercanías de la vivienda de Miguel Ánguel Muñoz, a la entrada de cuya casa de encontraron las gafas de la víctima. Sin embargo, a pesar de que el círculo también se cerraba sobre dicho acusado, la causa tuvo que ser archivada ya que fue imposible reconocerle al ir encapuchado.