Frases optimistas que perduran en el tiempo en los muros vallisoletanos
“Creer es crear”, “Si quiero, puedo”, “Sonríe hoy invito yo”. Estas son algunas de las frases que se pueden leer en el lienzo improvisado para la lírica ubicado en el parque de Las Norias de la capital del Pisuerga y también en las calles Montes y Martín Baró, situadas en el barrio de La Rubia.
Sus autores, un grupo de soñadores que se engloban bajo el nombre de Acción Poética y que como la cofundadora del movimiento, Ruth Martínez Redondo, señala, buscaba “llevar la poesía a las calles” y también “algo de optimismo en medio de una situación difícil”, con la crisis allá por el año 2013, a plena orden del día.
México, epicentro del movimiento
Unos cuantos años más tarde, concretamente en enero de 2013, la iniciativa llega a Valladolid donde un grupo de amigos de unas quince personas se unía para pasárselo bien primero y para transmitir su optimismo a base de versos cortos que hacen pensar y reflexionar a todas esas personas que frente a los muros se han parado.
“Creíamos que estábamos muy apagados y que era un momento muy duro por los tiempos que corrían y la crisis económica que vivía el país”, asegura la cofundadora del movimiento, en unos tiempos difíciles para el país con el paro creciendo a pasos agigantados.
Frases que invitan al optimismo
Las frases que no lleven a pensar en positivo o que contengan un no, no tienen cabida en Acción Poética. El optimismo con el amor como pilar fundamental en construcciones gramaticales como ‘Ámame con mayúsculas’ o estrofas de canciones como el ‘Fly me to de moon’ de Sinatra, cobran un protagonismo supino.
“Al final, lo que te hace salir de los momentos más duros de la vida es el tener un pensamiento positivo, sonreír, tirar para delante y pensar que todo es posible”, afirma una de las culpables de que las paredes de Valladolid desprendan esta dosis de buenos sentimientos.
Buena aceptación
En cuanto a los permisos, “el Ayuntamiento y la azucarera en el caso del parque de las Norias y Adif en el caso de las vías no pusieron ninguna traba”. El Consistorio “hizo pagar un permiso” pero “no hubo ningún problema” y se pudo realizar el trabajo poético sin problemas tras pintar el fondo de blanco.
En cuanto a la aceptación por parte de los vecinos, como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos, y como defiende Ruth Martínez hay “gente a la que le gusta y gente a la que no”, pero matiza que “no puede ofender a nadie” porque no hay “nada ofensivo” y estaba prohibido, dentro del movimiento, cualquier manifestación “política, religiosa u ofensiva que no formara parte de lo que es Acción Poética”.
Sin embargo, el movimiento sí que tuvo que lidiar en una ocasión con la Policía después de “la llamada de algunos vecinos” a los que su forma de hacer arte “les parecía vandalismo”. El percance no pasó a mayores después de que se comprobara que “los permisos estaban en orden”.
En busca de un empujón
La actividad en la actualidad de Acción poética tras la marcha del hermano de Ruth, José David Martínez, el otro cofundador del movimiento, es nula aunque no se cierra la puerta a “encontrar una persona que se involucre en el proyecto, llegue con ilusión” y vuelva a relanzar esta bonita iniciativa.
“Acción Poética me trae recuerdos de fines de semana muy bonitos, entre amigos, riéndonos un montón y pensando en qué frase poner. Al final para nosotros era compartir un momento bonito, entre amigos, y ofrecer a los demás esa felicidad que habíamos sentido al hacerlo”, añade Ruth.
No sabemos si finalmente la iniciativa encontrará esa persona que dé el empujón necesario al movimiento, lo que sí sabemos es que su poesía, esa con mensajes en blanco y negro que busca arrancar una sonrisa a todo el que la ve forma parte ya del paisaje urbano de Valladolid y que perdurarán en el tiempo en los muros pucelanos.