El 78% de los alumnos de Zamora, matriculados en Religión
Recientemente la Conferencia Episcopal Española ha publicado los datos estadísticos sobre la matriculación en la asignatura de Religión y Moral Católica durante el presente curso escolar en toda España, ofreciendo un porcentaje global del 63 % del alumnado (de un total de 5.689.369 alumnos escolarizados en España, 3.559.076 reciben enseñanza religiosa católica).
Estos datos, contundentes por sí mismos, son superados en 15 puntos porcentuales por la Diócesis de Zamora, que alcanza un 78 % del total de sus alumnos matriculados en Religión y Moral Católica. De los 16.025 alumnos que hay matriculados en el territorio diocesano, 12.382 acuden regularmente a las clases de Religión. De ellos 7.558 alumnos están en la escuela pública y 4.824 en la concertada. Sólo 3.643 optan por otras confesiones religiosas (evangélica) o por la alternativa académica.
El pacto educativo
Según explica Juan Carlos López, delegado diocesano de Enseñanza de Zamora, “desde estos datos se hace preciso reivindicar un nuevo pacto educativo que contemple la enseñanza de religión como una oferta normalizada, sin más algarabías y poniendo la mirada en Europa como referente de integración”.
De esta manera, afirma, “la Iglesia de Zamora considera que la enseñanza de Religión en la escuela es un servicio primordial para la educación integral del hombre y la construcción de una sociedad sana. Sólo en la medida en que las familias reclamen este servicio la Iglesia seguirá ofreciendo profesores para su docencia”.
Juan Carlos López recuerda que la Iglesia “actúa en consecuencia como garante de los derechos de aquellos ciudadanos que consideran que la educación integral pasa por la incorporación de la cultura cristiana a la formación reglada de los centros educativos. Es, pues, un ejercicio de libertad el que habilita la presencia de la asignatura de Religión en la escuela. Nadie impone nada, son los ciudadanos los que la refrendan con su decisión anual”.
Una educación integral
El responsable de coordinar todo lo relativo a esta asignatura en Zamora, por mandato del obispo diocesano, considera que “en la normalización de las clases de Religión nos jugamos el propio concepto de educación integral; en definitiva, la idea de humanidad que ha permitido a nuestra civilización ser lo que hoy es. La asignatura de Religión ha de ser un espacio en el que los alumnos puedan escuchar y construir un discurso vital transcendente desde un diálogo sin complejos con la cultura”.
Desde la Delegación Diocesana de Enseñanza de Zamora, sus integrantes, conscientes de la responsabilidad exigida por la sociedad zamorana, “nos felicitamos por los extraordinarios datos obtenidos, pero creemos que es tiempo propicio para seguir mejorando, especialmente en lo que se refiere a la profesionalización del trabajo de los profesores de Religión en orden a la articulación de un discurso intelectual razonado que abra espacios de diálogo con la cultura”.
Añaden que “tocan, pues, tiempos de renovación para convencer a todos de que la enseñanza de Religión en la escuela es un precioso servicio a la sociedad y un sagrado compromiso eclesial, pero ante todo un derecho que en las sociedades democráticas nadie puede usurpar a las familias que libremente opten por él”.