El Cristo de las Mercedes emociona en la noche vallisoletana
Oscuridad absoluta, silencio y respeto. Decenas de personas aguardan expectantes junto al atrio de Santiago a que comience la procesión del Santo Cristo de las Mercedes; con las farolas apagadas toda la luz procede del interior de la iglesia de Santiago, con su impresionante retablo barroco iluminado.
Los cofrades de las Siete Palabras, con su impoluta túnica blanca y el capirote rojo desfilan detrás de las hermanas de devoción, vestidas de un riguroso negro. El paso realizado por Pompeyo Leoni en el siglo XVI es de unas dimensiones considerables, lo que obliga a los cargadores a hacer una genuflexión para que el Cristo de las Mercedes cruce el arco de la puerta y comience su recorrido.
Es un momento esperado por vallisoletanos y turistas, una de esas estampas para recordar, donde merece la pena esperar un tiempo para poder disfrutar en primera fila de la solemnidad. La procesión continúa su recorrido por Héroes del Alcázar, Zuñiga, Santiago y Plaza Mayor hasta la Catedral, donde se realiza un acto Penitencial. Emprende después el regreso al templo de partida.