novillada zamora toros 8

novillada zamora toros 8

Región

El Adoureño puso la emoción y Maldonado la clase sin trofeos

16 abril, 2017 12:20

Sábado de Gloria en Zamora con novillada de lujo para una terna que estrenaba temporada. La plaza presentó un aspecto desolador de público a pesar de la agradable temperatura con algo de viento. Eso sí, en el exterior no faltó un grupo reducido de antitaurinos que protestaron la celebración del festejo.
Se lidiaron seis utreros de Fernando Peña, desiguales de presentación y juego dispar. 1º,4º y 6º fueron ovacionados en el arrastre, destacando el que cerraba festejo que fue bravo y repetidor. El 2º se rajó enseguida igual que el 3º, aunque este llegó a echarse renunciando totalmente a la lidia; el precioso burraco que hizo 5º solo tuvo fachada.

Abrió plaza el vallisoletano Ricardo Maldonado que debutaba en el coso zamorano y al que le siguieron algunos miembros de su peña mostrando una pancarta. No estuvo fino Maldonado ante el nobilísimo utrero que tuvo mucha dulzura; toreó bien en algunas fases de la faena pero faltó chispa para llegar al tendido y además remató mal con los aceros, de lo contrario le hubieran pedido la oreja. Fue silenciada su labor. Pasó a la enfermeria donde le atendieron de un pequeño corte en un dedo.

Con el berreón cuarto, otro buen novillo aunque algo blando por el volteretón, cambió el panorama y vimos a un Maldonado con su pose elegante de siempre y mandón. Intentó estirarse en el recibo capotero aunque no consiguió brillar. Sí lo hizo con la franela en una faena de largo metraje donde hubo series de mucha calidad con ambas manos, pero nos quedamos con los trazos de gran estética que hizo con la zurda.

Otra vez la espada le impidió cortar trofeos dando una vuelta al ruedo como premio menor. Pero esta vez el trofeo hubiera sido doble porque su actuación resultó muy interesante. Sonaron dos avisos desde el palco ante la tardanza en doblar del novillo. Brindó su primero al empresario vallisoletano Carlos González, y el que hizo cuarto a los cuatrocientos pobladores del tendido de sombra.

Aitor Darío El Gallo es un novillero conquense que pasó de puntillas por Zamora merced al escaso juego de su lote. Fue aplaudido en el recibo capotero con el novillo que hizo segundo, pero con la muleta le faltó sosiego al novillero y raza al novillo. Mal con la espada sin paliativos siendo silenciada su labor.

Con el precioso burraco quinto, que salió con brios y algo de genio pero solo fue fachada, estuvo variado con el capote y desenvuelto con la franela, pero sin llegar a despertar el interés del público. Le molestó algo el viento y volvió a demostrar que tiene que practicar mucho más con la tizona. Aviso y silencio cosechó el novillero de Cuenca. En ambos novillos tuvo un admirador que le cantó sendos fandangos y el novillero se lo agradeció brindándole la muerte de uno de sus novillos.

La tarde la salvó in extremis el francés apodado El Adoureño (es de Aire-sur- l'Adour) con el buen sexto; un novillo encastado y bien presentado que tuvo bravura desde los inicios hasta el final, comiéndose materialmente la muleta del novillero galo que sabe llegar al público. El brindis lo dedicó al empresario Carlos Zúñiga.

Yannis, así se llama este joven novillero que debutó con picadores el pasado septiembre, no es un torero de pellizco; más bien pundonoroso y bullidor, pero es valiente y da la cara ante los astados como ha quedado patente en la tarde de hoy en Zamora. Con un pinchazo hondo finiquitó al buen sexto que, aunque tardó en doblar, permitió que un público encandilado lo premiaran con las dos orejas traspasando de este modo el umbral de la puerta grande.

En su primero dio una vuelta al ruedo por su cuenta ya que pinchó por tres veces hasta que el novillo dobló. Fue una faena vibrante que inició desde los medios intentando pasarse al astado por detrás. Tanto se metió con el animal que este se rajó echándose y renunciando a la lucha. Ahí acabó todo.

Muchos rostros taurinos conocidos en el coso zamorano como David Luguillano y Joselillo, el abogado y ganadero César Mata y Manuel Gutiérrez, presidente de la plaza de toros de Valladolid acompañado de sus hijos. También saludamos a Jorge Manrique, ex matador de toros y gerente del coso del Paseo de Zorrilla, que ya está con los preparativos del corridón de toros que se celebrará en Valladolid con motivo de la festividad de San Pedro Regalado.