Los precios industriales crecen en marzo en Castilla y León
Un 0,5 por ciento bajaron los precios industriales de Castilla y León durante el mes de marzo en comparación con el mes anterior. En el resto del país, el descenso fue más acusado llegando al 0,8 y se incrementaron un 1,3 por ciento interanual, en este caso peor dato que la media nacional que creció un 6,0 por ciento, aunque en tasa casi 1,5 puntos inferior a la de febrero, según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata de la segunda tasa interanual más baja del país, sólo por delante de la registrada en Navarra, con un 0,8 por ciento. Además, Castilla y León se encuentra entre las catorce comunidades autónomas en las que cayó la tasa anual del IPRI con dos décimas menos respecto a la registrada en el mes de febrero. Los mayores descensos se observan en Canarias, Islas Baleares y Andalucía, cuyas tasas bajan 9,4, 5,2 y 3,9 puntos, respectivamente.
El mayor descenso de los precios industriales en Castilla y León se registró en la energía, con un 4,7 por ciento menos, seguida de los bienes intermedios (-0,5 por ciento) y de los bienes de equipo (-0,1 por ciento) mientras que aumentaron los de los bienes de consumo (0,1 por ciento).
Sin embargo, en comparación con marzo de 2015, el mayor incremento de los precios se registró precisamente en la partida de energía (7,4 por ciento), seguida de los bienes de consumo y de los bienes de equipo (1,1 por ciento en cada caso) y de los bienes intermedios (0,3 por ciento).
A nivel nacional, con el repunte interanual de marzo los precios industriales encadenan seis meses consecutivos de ascensos después de haberse incrementado en los últimos tres meses de 2016 y en el primer trimestre de 2017.
La energía recortó ocho puntos su tasa interanual en marzo, hasta el 15,6%, por la bajada de los precios del refino de petróleo y, en menor medida, de la producción de energía eléctrica.
Por el contrario, los bienes intermedios incrementaron cuatro décimas su tasa interanual, hasta el 4,4%, debido al encarecimiento de la fabricación de productos químicos básicos y de productos básicos de hierro.
Asimismo, los bienes de consumo no duradero aumentaron dos décimas su variación, hasta el 2,2%, a causa de la subida de los precios del procesado y conservación de carne y de la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales.