Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y la Final de la Copa del Rey de Rugby que enfrentará a El Salvador y la Santboiana el domingo por el Estadio José Zorrilla entrevistamos a Tamara García Conde, una pucelana que se inició en el deporte del oval hace apenas un año y que quedó prendada del mismo desde el minuto uno.

Secretaria de despacho de procuradora de los tribunales fuera de los terrenos de juego, esta jugadora del Rugby Arroyo nos ofrece su punto de vista sobre un deporte que crece año a año y que tiene en la ciudad de Zorrilla su capital dentro del ámbito nacional. Melé, tercer tiempo, cantera… de todo esto y más nos habla en esta entrevista para www.noticiascyl.com.

P: ¿Cómo decide una mujer que trabaja como secretaria en un bufete de abogados introducirse en el mundo del rugby?

R: Lo que más miedo da al principio, para dar el paso, es el hecho de pensar que puedes sufrir una lesión y te juegas una baja laboral. Hay compañeras que se han partido la clavícula, el peroné, hay dedos rotos…

P: Particularmente, en tu caso, no te ha pasado nada…

R: De momento estoy entera.

P: ¿Y a título personal, cuando es el día que dices: “Quiero jugar al rugby”?

R: A mí me engañó el novio de una amiga que lleva muchos años jugando a rugby. Un día acudí a un tercer tiempo de los chicos del Arroyo y me convencieron. Me presentaron al entrenador del equipo femenino, me dijeron que tenía que probarlo, lo hice, y aquí estamos un año después.

P: Cada vez son más las mujeres que se animan a formar parte de un deporte que crece y crece con el paso del tiempo.

R: Sí. Creo es muy positivo que cada vez jueguen más mujeres al rugby. Importante también para que este deporte continúe creciendo.

P: ¿Cuántos equipos de mujeres sois en el Rugby Arroyo?

R: Tenemos uno que tiene jugadoras desde los 16 o 17 años hasta los 45 y jugamos en la Liga de Promoción. En un mismo día disputamos partido todos los equipos que estamos federados a nivel nacional. Luego está además la cantera, que es clave.

P: Y un deporte que en Valladolid tiene una importancia tremenda con dos equipos como El Salvador y el VRAC que el año pasado consiguieron llenar el Estadio José Zorrilla, agotando las entradas pocos días después de que se pusieran a la venta.

R: Es increíble. Estuve el año pasado viendo la final y tengo ya comprada la de este año. Fuimos a verlo todo el equipo y la verdad es que lo pasamos muy bien y conseguimos teñir buena parte de la grada de rojo. Ahora, además de El Salvador y el VRAC, está también el Arroyo, lo que es muy importante.

P: Y este año, a pesar de que no hay derbi, parece que va por el mismo camino.

R: Sí, está siendo un boom del rugby. Lo vemos en la cantera en los últimos tiempos que muchos niños se están animando a jugar. En el rugby femenino pasa igual. También se puede ver en que cuando acudimos a algún instituto de promoción, al día siguiente llegan un montón de chicas que quieren jugar y probarlo.

P: ¿En qué cambia el rugby femenino del masculino?

R: Tanto en el rugby masculino como en el femenino hay mucha nobleza pero creo que nosotras somos un poco más consideradas y cuando damos fuerte a una compañera nos disculpamos rápidamente. Creo que a los hombres les cuesta un poco más.

P: Aunque haya algún pique, como apuntas, el rugby es un deporte noble…

R: Sí, te puedes “matar” en el campo, pero al final hay mucho compañerismo.

P: ¿Qué tal te desenvuelves en la melé?

R: Yo juego de segunda posición. La melé es muy dura, pero si entrenas bien, tienes buena técnica y demás, te puedes defender.

P: ¿Y en el tercer tiempo?

R: Cuando corre la cerveza y el calimocho, mucho mejor, está claro. El tercer tiempo sirve para relajarte tras el partido y hacer amistades.

P: ¿Crees que deberían emplear más otros deportes esta iniciativa del tercer tiempo?

R: Sí, porque conoces a un montón de gente. Yo, por ejemplo, he hecho amistades con jugadoras de otros equipos a nivel nacional, de otras ciudades. Por ejemplo, conocí a una chica de Zamora que me ha dejado su casa en Semana Santa. También, cuando juegas la promoción en su ciudad te acabas sintiendo como en casa y eso es muy importante.

P: Juegas en el Rugby Arroyo, creado en 2009, un club que poco a poco ha ido creciendo con el paso de los años. ¿Un premio al trabajo bien hecho?

R: El Rugby Arroyo está creciendo un montón y se está empezando a oír mucho, lo que es muy importante. Antes solo era El Salvador y el VRAC y abrir un poco el círculo es importante. Si ves rojo en algún campo, ahí está el Rugby Arroyo.

P: El ambiente además es bueno tanto en el club en general como en todos los equipos.

R: Sí, la verdad. Eso es muy importante porque nos hace disfrutar mucho de este deporte.

P: Además, en 2013 nace la Escuela de Rugby Arroyo, que desarrolla su actividad en colegios de Arroyo y Valladolid, algo muy importante para hacer cantera y para que los pequeños se animen a adentrarse en el mundo del rugby.

R: Sí, porque cuando hablas del rugby, todo el mundo piensa que es un deporte de “brutos” y de pegarse tortas y esto no es así. Cuando vas a enseñarlo a los colegios e institutos funciona muy bien porque los niños están encantados y se vuelcan. Nosotros tenemos una cantera con muchos pequeños y esto va cada vez a más.

P: Ya para terminar, ¿Qué es y qué significa para ti el rugby?

R: Ha supuesto el hecho de conocer gente mientras practico un deporte que era desconocido para mí. Gracias al rugby he conocido a personas que ahora son buenas amigas. Sobre todo en el tercer tiempo.