¿Cómo acabar con las agujetas?
Con la llegada de la primavera nos ponemos las pilas a la hora de quitarnos esos kilos de más y muchas veces empezamos a hacer deporte, con tal mala suerte de que esas ganas iniciales se ven mermadas por la aparición de las dolorosas y latosas agujetas. No obstante, no tienen por qué ser excusa si queremos reforzar nuestra preparación física y proseguir con nuestro entrenamiento. Si todo sigue su curso normal, desaparecen solas con el paso de los días.
Así, el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED-FEMEDE), Pedro Manonelles, define en una entrevista con Infosalus que las agujetas son las molestias musculares que se producen en el inicio o reinicio de la actividad deportiva, tal y como por ejemplo sucede en las pretemporadas.
"La denominación actual de esta molestia es 'Dolor muscular de inicio tardío' o DOMS por sus siglas en inglés (Delayed Onset Muscular Soreness), que nada tiene que ver con antiguas teorías sobre su origen, como que estarían provocadas por la acumulación de ácido láctico que cristalizaría en forma de agujas", precisa el también catedrático extraordinario y director de la Cátedra Internacional de Medicina del Deporte de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Según señala, la explicación es "más compleja" pero lo "importante" es que se debe a la falta de adecuación momentánea del músculo al inicio del trabajo físico. Es más, insiste en que no son síntoma de lesión, no debe de tomarse nada, salvo algún analgésico suave si molestan mucho. "Para evitar su aparición se recomienda un inicio o reinicio progresivo, de menos a más, de la actividad deportiva, y sin grandes cargas o esfuerzos iniciales", añade el especialista.
Prevención de las agujetas
En este sentido, Marcos González Sedano, jefe de Servicio de Rehabilitación y Recuperación funcional del Hospital Quirónsalud Marbella explica a Infosalus que las agujetas son "microlesiones de las fibras de la musculatura o pequeños procesos inflamatorios de ésta", una dolencia que siempre se puede prevenir si se adaptan las cargas y la duración en el ejercicio a la condición física que se tiene. "El entrenamiento tiene que ser programado, y deben incluirse al principio bajas cargas o dosis de intensidad, así como menos tiempo de ejercicio, e ir progresivamente ampliando ambos aspectos", apostilla.
En su opinión, la preparación física se basa en ir dando estímulos a todo el aparato músculo-esquelético para que poco a poco exista una adaptación que, con el tiempo, redundará en una mejora de la condición física. El también fisioterapeuta comenta que la intensidad del dolor de las agujetas dependerá del número de microroturas que se hayan producido dentro del músculo.
"Si nuestra preparación física es baja y se realizan ejercicios más extremos habrá más dolor y más agujetas", indica, a la vez que resalta que éstas dolerán más cuando no se está acostumbrado a un determinado movimiento y sobre todo tienen lugar las llamadas 'contracciones musculares excéntricas', momentos en los que la musculatura debe contraerse de forma más fuerte, y que generalmente tienen lugar al subir o bajar las escaleras o bien al hacer sentadillas, por ejemplo. "Esa contracción excéntrica del músculo está ahí y se siente más dolor porque se realiza ese movimiento con la zona que tiene las microroturas fibrilares o procesos inflamatorios", agrega.
En concreto, detalla que el dolor de las agujetas suele aparecer a las 24 horas, llegando a hacerse más fuertes a las 48 horas, y empezando a desaparecer a partir de las 72 horas. Pueden durar hasta diez días. "Es un proceso benigno de traumatismo del músculo que se suele resolver solo. El mito del agua con azúcar o la mítica teoría de que son microcristalizaciones del ácido láctico, no ocurre nada de eso", señala.
Consejos para tratarlas
Como se trata de un proceso inflamatorio, el experto recomienda una vez que aparecen:
- Medidas de compresión como vendajes o medias, ayudarán al drenaje de esos procesos metabólicos o inflamatorios dentro del músculo.
- El drenaje linfático para eliminar los desechos metabólicos a través de la linfa.
- El reposo activo en sí ayuda al descenso del dolor y debe ser activo porque el movimiento del músculo ayuda al drenaje, por eso se habla de reposo activo, moviendo esos segmentos musculares el dolor poco a poco va disminuyendo.
- La aplicación de vendajes neuromusculares también ayuda a percibir una menor sensación dolorosa.
- El masaje ayuda a aliviar la tensión de la musculatura.
- Crioterapia o baños de contraste, fríos y calientes, o uso de compresas frías y calientes.
En cuanto a la toma de analgésicos y antiinflamatorios, González advierte de que estos pueden ayudar a la aliviar la percepción del dolor o del problema, pero no a la evolución del proceso. "En estos casos siempre deben tomarse bajo prescripción médica porque estos fármacos van a interferir en la respuesta inflamatoria del músculo, creada por el propio cuerpo para regenerar y adaptarse ante ese ejercicio", alerta el fisioterapeuta.
Normalmente, como es un proceso benigno, y teniendo en cuenta estos factores, sostiene que "más o menos" se pueden manejar en casa. Eso sí, si la evolución de ese dolor muscular no es la correcta (aparición de dolor a las 24 horas, y que poco a poco vaya remitiendo a partir de las 72 horas, pudiendo llegar a durar de 7 a 10 días) debe consultarse a un especialista.