Región

Martínez Majo será elegido mañana nuevo presidente del PP leonés

9 junio, 2017 19:13

Juan Martínez Majo, alcalde de Valencia de don Juan y presidente de la Diputación Provincial, será elegido mañana nuevo presidente del Partido Popular de León. Sustituirá en el cargo a Eduardo Fernández, diputado nacional, quien ha dirigido el partido desde al año 2014 con más sombras que claros, toda vez que accedió al cargo tras el asesinato de la anterior presidenta, Isabel Carrasco; y el procesamiento del presidente de la Diputación, Marcos Martínez, por estar investigado en el caso Púnica.

La sombra de Isabel Carrasco y los continuos casos de corrupción que han asolado al PP nacional, al de Castilla y León y al provincial leonés, han condicionado la vida orgánica del PP leonés. Así y todo, el éxito de Eduardo Fernández se ha producido en los distintos comicios electorales generales, donde el PP, aunque perdiendo votos, ha mantenido la hegemonía política en la provincia.

En el capítulo de los fracasos más sonados a nivel orgánico, la organización de las primarias para la elección del nuevo presidente del PP de Castilla y León, en las que se enfrentaron Mañueco  y Silván. El caos organizativo en León fue absoluto,  con el censo electoral sin cerrar a escasas horas de abrirse los colegios electorales. El desarrollo de la jornada electoral tampoco fue ejemplar. Y los resultados no acompañaron: Silván fue derrotado estrepitosamente.

Esta derrota ha condicionado la organización del congreso que mañana se celebra en León. Silván ha pasado a un segundo plano y desde Valladolid, con el apoyo claro de Mañueco, se ha apostado por la candidatura de Martínez Majo, eso sí, con la creación de un cinturón de pretorianos que vigilarán de cerca sus movimientos, encabezados por el que fuera concejal en la anterior corporación municipal, Ricardo Gavilanes. Precisamente Mañueco vetó que Majo y Gavilanes concurriesen en unas primarias y obligó a Majo a conformar un equipo de unidad, tras humillarle en un viaje esperpéntico a Valladolid.

Silván es miembro nato de la ejecutiva que mañana salga elegida del congreso, aunque aspira a colocar a algunos de sus incondicionales, como Fernando Salguero o Marta Mejías; pero su influencia política está bajo mínimos.

Es sintomático que cuando apenas faltaban catorce horas para el inicio del congreso, Martínez Majo no tenía cerrada aún definitivamente la composición de la nueva ejecutiva. Se sabe que el polémico Gavilanes será el portavoz, y que el secretario general será el berciano Ángel Calvo, un  hombre de su entera confianza y activo anticarrasquista. También estará el  vicepresidente de la Diputación, Francisco Castañón; o el alcalde de Villaquilambre, Manuel García.

Majo no ha podido conformar un equipo directivo de su absoluta confianza, blindado y leal; de ahí que las incógnitas que se abren sean muchas. Hay que esperar a conocer con detalle los nombres de la ejecutiva para sacar conclusiones.

El principal activo de Majo es su gestión como presidente de la Diputación, una institución que goza de un superávit superior a los cien millones de euros, lo que permitirá acabar con la deuda histórica y elaborar planes extraordinarios de inversión a lo largo de los próximos años, lo que es muy bien recibido por los pueblos de la provincia.

EL CONGRESO

El congreso del PP leonés se celebra en uno de los peores contextos políticos nacionales para el propio PP: casos de corrupción a nivel nacional; apertura de comisiones de investigación parlamentarias en Castilla y León (cajas de ahorro, hospital de Burgos, edificio de La Perla y trama eólica); el propio Mañueco puesto en duda por unas polémicas adjudicaciones de unas guarderías, el todopoderoso ex vicepresidente de la Junta, Tomás Villanueva, implicado en la trama del edificio de Economía en Valladolid; el ministro Montoro desautorizado por el Constitucional con motivo de su polémica amnistía fiscal; la celebración de una próxima moción de censura a Rajoy; y, en definitiva,  con la clase política con la credibilidad por los suelos, según ha puesto de manifiesto la última encuesta del CIS. Evidentemente no es el mejor escenario para un congreso que pretende ser renovador y regeneracionista.

Todo esto ha provocado que las personalidades que mañana acudan al Congreso del PP leonés sean de muy segunda fila: El PP nacional sólo estará representado por un vicesecretario Javier Maroto, un líder de tercera fila de la ejecutiva nacional. Sí estará el presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

A lo largo del Congreso también intervendrá la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, uno de los apoyos principales de Mañueco y declarada anti Silván.

Por otra parte, el debate político va a ser superficial. El contenido de las ponencias no deja de ser un texto bien intencionado, con escasas propuestas sobre los asuntos que preocupan a los leoneses, como el paro, la crisis económica, la minería del carbón, el cierre de centrales térmicas, el impulso industrial, la corrupción, la despoblación o el envejecimiento. A falta de la aprobación de las enmiendas, el contenido de las ponencias es tópico y típico.

En lo único que parece existir consenso es en la elección del presidente del congreso, el alcalde de Astorga, Arsenio García, un político moderado, sensato y respetado por todos los clanes del PP leonés.

En total asistirán 558 compromisarios electos, de los que 26 pertenecen a Nuevas Generaciones.

Se espera que el Congreso se inicie a las 10 de la mañana en el Parador de San Maros y que a las 13:00h comience el acto de clausura. Apenas tres horas para poner en marcha y sentar las bases del nuevo PP leonés basado en la renovación, la regeneración y la transparencia.