Homenaje al trabajo de las empresas y de las personas zamoranas. Centenares de personas han asistido este miércoles al Teatro Ramos Carrión a la ceremonia de entrega de los Premios Mercurio y Vulcano, que alcanzan su trigésima edición, además de las medallas a la Dedicación y Lealtad a la Empresa, concedidas anualmente por la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Zamora. Un reconocimiento al trabajo bien hecho, a la tesón y a la superación con las vacas flacas y tiempos de crisis.

El Premio Mercurio recayó en La Madrileña-92, S.L., cuyo responsable recogió el premio en manos del primer teniente alcalde, Antidio Fagúndez. Los responsables, la cuarta generación de La Madrileña, dedicaron el premio a su familia, pero en especial a sus abuelos los fundadores en el año 1882 de poner en marcha esta empresa. "Celebramos 135 años de La Madrileña y esperamos que sean mucho más, ya que está llegando la quinta generación", apostillaban.

El Premio Vulcano fue para Gestión Agroganadera, S.L., cuyos responsables recogieron el premio de la mano de la presidenta de la Diputación Provincial de Zamora, Mayte Martín Pozo. Sus responsables el primer pensamiento que tuvieron al recibir este premio fue el del campo de ovejas al que iban con su padre cuando eran niños. "Llevamos en la sangre la oveja", reconocían. Una empresa que comenzó en 1995 recogiendo leche en la zona de Salamanca y en 2002 decide hacer una pequeña quesería y "mira donde estamos hoy".

Asimismo, agradecieron el premio, que es el primer premio que recogen en la tierra por lo que "tendrá un sitio en nuestra empresa y en nuestro corazón" y destacaron la labor de su equipo durante estos 23 años que le han ayudado a estar donde están.

Por su parte, la Medalla a la Dedicación Empresarial fue para José Alonso Rodríguez, de Talleres USE de Villafáfila, que aprovechó su discurso para, visiblemente emocionado, agradecérselo a su familia, pero sobre todo a su hermano, con el que siempre ha estado unido tanto en lo personal como en lo profesional. Haciendo un breve recorrido por la historia de su trabajo, el galardonado entre lágrimas desató en varias ocasiones los aplausos de los asistentes.

Por último, la Medalla a la Lealtad Empresarial recayó en José Luis Calvo Rosón, de Leche Gaza, S.L. El galardonado fue el más reivindicativo con las instituciones políticas y sociales, las que tienen que luchar más por la provincia. Así, Calvo Rosón expuso la situación de la provincia e hizo especial hincapié en la "grave situación en la que estamos y en las que es necesario que todos nos movilicemos", exponía. "Tenemos que preocuparnos por no perder más de lo que hemos perdido y después conseguir ir más allá", finalizaba.

Por último, las instituciones cerraron el acto agradeciendo y dando la enhorabuena a los premiados, así como a su trabajo, y manifestaron su deseo por conseguir que la provincia crezca y siga sumando.