zamora cc valderaduey miguel escudero 2

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Región

CC Valderaduey, resurgimiento del icono de la revolución comercial de Zamora

29 junio, 2017 17:09

Corría el año 93, cuando en Zamora se gestaba el que sería el hito que cambiaría los hábitos y la forma de comprar de consumidores de toda la provincia. Por aquel entonces, en Zamora solo había pequeños comercios y algunos grandes bazares que, con el tiempo, pasaron a mejor vida. Los zamoranos, por lo general, se desplazaban al menos una vez al mes a Salamanca, al Pryca, atraídos por la gran variedad y oferta de productos que lucían en las estanterías de la gran superficie, a precios muy competitivos.

Desde hacía años, Antonio Cancelo, zamorano y sanabrés para más señas, fundador de Eroski, soñaba con un gran centro comercial para su tierra natal. Y así nació el Centro Comercial Valderaduey, y el gran hipermercado de Eroski, que en noviembre de ese año abrió sus puertas en Zamora con gran incertidumbre sobre su futuro y especialmente sobre las reacciones que provocaría en la ciudad.

Por aquel entonces Miguel Escudero, hoy gerente del Centro Comercial Valderaduey, formaba parte de la plantilla del hiperpermercado, y recuerda aquellos momentos con gran claridad: “Lo veíamos como una gran posibilidad de trabajar, era una empresa grande con más de 100 trabajadores, pero había incertidumbre sobre cómo iban a responder los zamoranos y sobre todo por las presiones del pequeño comercio”. Los precios de Eroski no tenían competencia. No existía Ley de Comercio y se vendía productos por debajo de su coste, algo que ahora es impensable. “Las ofertas eran impresionantes, se nos conocía como la Ruta del Cola-Cao”, recuerda. “Sacábamos un palé de azúcar y en dos minutos desaparecía por completo”. Después, con la entrada en vigor de la nueva normativa, las ofertas discurrieron hacia el 3x2, con el objetivo de que el cliente llenara el carro y que la compra media fuera en aumento.

El resultado fue inmediato: “La gente dejó de ir al Pryca y empezó a comprar aquí, y se dejaba el dinero en Zamora”. Se crearon 300 puestos de trabajo en toda la galería comercial, que hoy alcanzan los 400, con 24 empresas de Zamora. “Una superficie rentabiliza y puede y debe convivir con el comercio tradicional”, defiende el gerente del centro, quien destaca además que ningún otro hipermercado trabaja con más proveedores locales que Eroski, antes, y ahora Carrefour. “Es un escaparate de los productos de aquí, que además es lo que más se vende”.

La inauguración del centro fijó población, fijó ventas y la riqueza dejó de ‘emigrar’ a la vecina Salamanca. “Todo apuntaba a que un centro comercial en Zamora no era rentable, y sin embargo se rentabilizó el primer año”, apunta Escudero.

Desde entonces, Valderaduey se convirtió en icono de la revolución comercial de Zamora, una revolución que precedió a la llegada de las franquicias y que introdujo el gran consumo en la provincia hace ya 24 años. La entrada de Carrefour a comienzos de año como eje central del centro ha supuesto un soplo de aire fresco y la revitalización de Valderaduey, con un importante incremento de las ventas.

Pero Valderaduey no es otro centro comercial cualquiera, de esos muchos ‘sin alma’ que pueblan el extrarradio de las grandes ciudades. En el CC Valderaduey muchas abuelas vieron por primera vez en su vida una escalera mecánica, y en el aparcamiento todavía hoy estacionan sus vehículos los vecinos de la provincia de más edad cuando vienen a la capital, ya por costumbre. La presencia del centro como un mecenas más de la vida social y deportiva de la ciudad es más que evidente: colabora con ONG’s locales, patrocina a grandes equipos y deporte base, colaboración con la Semana Santa, las Ferias y Fiestas de San Pedro, antaño con la Feria de Maquinaria…

El flujo procedente de la vecina Portugal no es nada despreciable: el 12% de los clientes son portugueses. En las localidades fronterizas con Zamora no hay centro comercial de estas características, así que acuden a la ciudad para hacer sus compras con un IVA más ventajoso que en su país, y ya de paso llenan el depósito de gasolina -mucho más barata-, asisten a los estrenos de cine en español, que dominan perfectamente e incluso se realizan pruebas médicas en Zamora. Los lácteos, detergentes y el aceite, los productos que más demandan los portugueses. Y, antes de irse, pasan por Mc Donalds, que allí tampoco tienen. “Es un cliente muy importante”, subraya Miguel Escudero. Todo ello a pesar de que este flujo luso se frenó mucho con la crisis. Y si a principios de los 90 el foco de atracción era Salamanca, sobre la situación actual el gerente de Valderaduey es tajante: “La apertura de la autovía a Valladolid es la que ha provocado la crisis del comercio de Zamora”. Y es que, a pesar de la inmensa oferta comercial que hay en la capital, el poder de atracción de colosales superficies como Río Shopping está agotando el halo de vida que le queda al comercio tradicional.

Sea como fuere, el paso de los años ha demostrado que aquella arriesgada ilusión del gran empresario sanabrés se convirtió en una realidad que hoy más que nunca afronta con nuevas perspectivas los retos del futuro.