El flamantemente reelegido in pectore secretario general de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca, regresó ayer a la capital leonesa en olor de multitudes de militantes. Hace un par de meses era un apestado y el enemigo interno a batir tanto por los seguidores del secretario provincial, Tino Rodríguez; como del local, José Antonio Díez. Ahora, sustanciadas las primarias federales, con un triunfo arrollador de Sánchez; y con su reelección  como secretario general del PSOE, Tudanca fue recibido en la sede provincial socialista como el líder más amado, respetado y apoyado. Allí estaban, en primera fila, los más susanistas de entre los susanistas. Con sonrisas forzadas, aunque la procesión fuera por dentro.

Tudanca compareció ante los militantes escoltado por Rodríguez y Díez. Una foto impensable hace dos o tres meses; hoy, es absolutamente necesaria para los planes de futuro de los líderes leoneses. Así y todo, Tudanca no desveló a los periodistas quiénes iban a ser sus compañeros leoneses en la nueva ejecutiva regional. La lista queda para el congreso regional, que se celebrará el 15 de julio en Zamora.

El único que seguramente conoce los planes de Tudanca es Ibán García del Blanco, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y amigo de Tudanca. García del Blanco prefirió huir de los focos y escuchó la intervención del secretario general de los socialistas regionales de pie entre el público. Sonriendo. Haciendo gala de una clara e íntima complicidad con Tudanca.

Por si acaso, el secretario local, José Antonio Díez, presentó a Tudanca recordando que la agrupación socialista de León siempre se había caracterizado por sus críticas, pero “también por su lealtad”. Un puente hacia Tudanca, quien recibió la muestra de lealtad con una amplia sonrisa y con los ojos chispeantes. De triunfador.

Lo que dijo el secretario provincial a los militantes ya no lo sabemos. La reunión era a puerta cerrada y a los periodistas se nos invitó a abandonar una sala repleta, abarrotada. Una sala que recibió con un aplauso unánime a Tudanca. Muchos de los que aplaudían lo repudiaban hace un par de meses.

Antes, en el jardín, en plan  bucólico, Tudanca hizo declaraciones a los periodistas. Posó delante de un gran soporte gráfico, repleto de fotografías con Pedro Sánchez y un lema bien visible: Tenéis mi palabra. En cuanto a las declaraciones, ninguna novedad destacada. “Vengo a esta reunión con militantes socialistas a escuchar” y repitió que el nuevo PSOE de Pedro Sánchez es “abierto y  más participativo”, un partido con un proyecto claro: “Más de izquierdas, de una izquierda responsable, dialogante y sin complejos”.

Sobre León, Tudanca responsabilizó de la profunda crisis de la provincia y del resto de los Comunidad a los “treinta años de gobierno del PP” y exigió a Herrera y al PP soluciones concretas, como “la plataforma de Torneros, la terminación de las infraestructuras pendientes, como la autovía León-Valladolid, y el retorno del talento joven”.

Anunció que en los próximos días el ministro Nadal comparecerá en el Congreso para hablar sobre el futuro incierto de las centrales térmicas. En este sentido, Tudanca se manifestó en contra del cierre de las térmicas y apostó por  nuevos planes para revitalizar la minería del carbón.

Preguntado por si iba a seguir la estrategia de Pedro Sánchez de abrir en Castilla y León un turno de negociaciones con Podemos y Ciudadanos, Tudanca no mostró ningún entusiasmo al asegurar que “el PP goza de una mayoría de bloqueo”, que hace imposible cualquier tipo de alternativa.

Sobre el papel que el futuro jugará en el partido el aún secretario general del PSOE provincial, Tudanca dijo que “aún no he hablado con Tino” y añadió que “en León hay gente sobradamente preparada”.