Grajal busca dinero para salvar el pueblo, declarado BIC
Situado al sur de la provincia, Grajal de Campos es un pequeño pueblo cerealista de la provincia de León, muy cercano a Sahagún. Es un pueblo monumento, declarado todo el Bien de Interés Cultural (BIC). Su patrimonio es tan ingente que el Ayuntamiento no tiene recursos para mantenerlo y ponerlo en valor.
Sin embargo, hace meses les “tocó la lotería”. Un mecenas norteamericano, Richard Driehaus, se fijó en la riqueza artística y monumental de Grajal y encargó a unos arquitectos un plan de rehabilitación del palacio renacentista y el castillo artillero, así como la posible construcción de un parador de turismo y varias viviendas en solares municipales. El proyecto ya está hecho y aprobado. Ahora hace falta levarlo a cabo. Y el presupuesto supera los cuatro millones de euros.
El alcalde, el veterano Francisco Espinosa, ha acudido esta mañana a la Diputación para solicitar la ayuda económica de la institución provincial. Lo he hecho con humildad y educación, a los viejos modos de los presidentes de los concejos del sur de la provincia. El presidente de la Diputación se ha comprometido a echar una mano, pero sin concretar cantidades. Primero quiere saber si el Gobierno va a contribuir con el 1.5% Cultural, si la Junta va a contribuir y si el proyecto puede hacerse por fases. Sólo la intervención en el palacio renacentista superaría los 1.800.000 de euros.
Grajal es uno de los pocos pueblos declarados BIC en Castilla y León. Su origen se remonta a la época romana y tuvo su florecimiento durante el Renacimiento, con un soberbio palacio. Cuenta también con una iglesia basilical impresionante y uno de los primeros castillos artilleros de España. A todo ello hay que sumar los restos de murallas, una ermita construida sobre un torreón defensivo romano y un convento abandonado por la marcha de unas monjas, que se llevaron todas las imágenes de valor.
Tiene ferrocarril y está situado relativamente cerca de la autovía León-Burgos y en una carretera que le une con Palencia. Su población está muy envejecida. Como diría el alcalde, no hay industria y los servicios públicos son muy básicos.
La esperanza de supervivencia para el pueblo pasa, según el grito de auxilio de su alcalde, porque se lleve a cabo este proyecto norteamericano de rehabilitación.