Siete errores que cometemos al tomar el sol
A todos nos encanta el sol y todo lo que viene con él: el buen tiempo, la alegría del verano y las vacaciones y, por supuesto, lucir una tez dorada en la playa. Aunque nos avisan de que hay que protegerse de las quemaduras, seguimos sin tomarnos en serio los peligros del sol y terminamos con la piel irritada y llena de quemaduras, convirtiendo los días de placer en un infierno.
Toma nota de los siete errores más comunes que cometemos al tomar el sol, y evita caer en ellos:
1. “Cuando está nublado no pega tanto”
Si y no. Las nubes filtran parte de la radiación ultravioleta del sol, pero no toda. La que se escapa incide directamente en nuestra piel, aunque al estar nublado, la temperatura es más baja y no tenemos esa sensación de estar quemándonos. Así que recuerda, aunque el día se levante encapotado, échate crema igualmente. Las nubes no son uniformes y la radiación que filtra puede ser igual de perjudicial que un día soleado.
2. “Dentro del agua no da el sol”
Cuando estamos bañándonos los rayos del sol se reflejan y penetran en el agua, de forma que inciden en nuestra piel e incluso podrían verse potenciados por el efecto lupa que ejerce el agua. Así que mucho ojo con entrar al agua sin protección. Asegúrate de ponerte una crema que resista al agua, por ejemplo la crema Delial UV-Sport, que al ser especial para deportistas es una crema solar de rápida absorción, no grasa y que resiste tanto al agua como al sudor.
3. “Ya me he echado crema antes”
La crema tiene un tiempo máximo de protección, que se suma a la capacidad de tu propia piel de protegerte de los rayos UVB. Pero además, el sudor, el roce con la ropa o el baño terminan eliminándola. Lo más aconsejable para garantizar que estás protegido en todo momento es tener una crema solar que sea resistente, y repetir la aplicación cada dos horas , sin importar lo alto que pueda ser el factor de protección solar.
4.“Con este factor de protección es suficiente”
Pues depende. Lo aconsejable es que uses el protector solar más alto y recomendado para tu piel. Existen distintos niveles de protección, por lo que primero tienes que conocer exactamente el tipo de piel para saber tu tolerancia al sol y el tipo de exposición que vas a realizar, y escoger con conocimiento.
5. “Hasta que no me seque, no puedo ponerme crema”
De eso nada. Existen protectores solares que se pueden aplicar sobre la piel mojada, como la Leche Wet Skin, muy resistente al agua y de rápida absorción. Es, por tanto, ideal para aplicar en los niños.
6. “Espalda, brazos, tripa, piernas… ya está”
Siempre hay que centrarse en las zonas del cuerpo que son más delicadas, como la cara, el escote y los hombros. Pero no podemos descuidar aquellas zonas que se convierten en las grandes olvidadas a la hora de ponernos la crema: el cuello, la calva, las manos, las orejas y los empeines. Zonas que por nuestra dejadez acaban tremendamente irritadas tras un día de larga exposición.
7. “Mejor que el niño no se reboce hasta que no absorba la crema”
Los más pequeños no paran de entrar y salir del agua. Les encanta llenarse hasta arriba de arena. Para ellos, el producto ideal es Delial Sensitive Advanced Bruma Antiarena para niños, que protege de los rayos UVB y UVA, además de los efectos adversos de los rayos infrarrojos. Se aplica fácilmente y es resistente tanto al agua como a la arena, por lo que es ideal para los niños.