Desde el Partido Popular, con su presidente a la cabeza, Juan Martínez Majo, se ha calificado de ”día de satisfacción” la aprobación esta mañana por parte del Pleno de la Diputación del Plan  Provincial de Bomberos o Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SEPIS). Votaron a favor el PP, Ciudadanos, UPL y Coalición del Bierzo. 16 votos en total. El PSOE se abstuvo y sólo el diputado de Izquierda Unida votó en contra.

Por otra parte, el salón registró un lleno histórico con bomberos profesionales de León, Castilla y León y Galicia, todos ellos contrarios a la decisión de la Diputación de que una empresa privada se haga cargo de la gestión de los parques comarcales de bomberos.

Dos fueron los temas que centraron el debate. Primero, la crítica a la Junta de Castilla y León de haberse desvinculado de este proyecto y, por lo tanto, de estar en el aire su aportación económica. Este asunto fue, por ejemplo, el principal motivo por el que el PSOE decidió abstenerse.

El segundo fue la gestión privada de este proyecto, tal y como se contempla en la memoria que ha sido aprobada esta mañana. El Plan prevé que la contratación de los 75 bomberos profesionales se hará  a través de una empresa privada, concesionaria del servicio público. 9 funcionarios ostentarán el principio de autoridad y ejercerán como jefes de los bomberos. Esta solución provocó el único voto en contra, el de Izquierda Unida, cuyo diputado, Miguel Flecha, apostó claramente por un sistema absolutamente público y que los bomberos sean contratados por la propia Diputación, tal y como se hace, por ejemplo, en la Diputación de Valladolid.

LOS DATOS

El diputado berciano Ángel Calvo, de la absoluta confianza del presidente Majo, ha sido el encargo de poner en marcha este Plan y a él correspondió anunciar los grandes números: El  coste de implantación será superior a los 8 millones de euros; el coste de mantenimiento anual será de cerca de 5 millones de euros. La plantilla será de 84 personas, 75 bomberos profesionales y 9 funcionarios, quienes serán los coordinadores y ejercerán la autoridad y la labor de coordinación. Habrá seis parques en Villablino, Cistierna, Celada de la Vega, Pola de Gordón, Valencia de Don Juan y Bembibre. Y convenios con los parques urbanos de León y Ponferrada, que “van por buen camino”.

“El coste será cero para los ayuntamientos”, aseguró Calvo, ya que la inversión se financiará a cargo de los remanentes de la Diputación. La inversión estaría garantizada a medio plazo y cuando ya no haya remantes, los ayuntamientos deberán participar en la financiación, un asunto que quedó a falta de concretar.

PSOE

El portavoz socialista, José Pellitero, anunció en su intervención la abstención de su grupo, a pesar de que apoyaban la necesidad del Plan. Desde el PSOE se echa en cara al PP su falta de diálogo y vocación de consenso y se pide que desaparezca del proyecto la alusión a bomberos voluntarios y, sobre todo, que se exija a la Junta de Castilla y León una mayor implicación, ya que las competencias antiincendios son de carácter regional. También pidieron un plan de prevención, ya que de nada servirán los parques si en los pueblos no hay bocas de incendios y, por último urgió, a cerrar los convenios con los parques urbanos de León y Ponferrada.

De forma sorprendente, en el segundo turno de réplica intervino, por primera vez en un pleno de este tipo, el diputado socialista Joaquín Llamas, cabeza visible de la mayoría “sanchista” del partido y que encabezará la delegación de León en el congreso regional del próximo fin de semana. Sin desautorizar a su compañero, destacado el líder “susanista”, Llamas insistió en una mayor implicación de la Junta, pero reconoció que el Plan era un punto de partido, que se puede mejorar a través de alegaciones, de ahí que pidiese al presidente Majo generosidad a la hora de aceptar alegaciones. Llamas calificó los parques de bomberos de León y Ponferrada como “desfasados”, lo que será una rémora para este proyecto y se inclinó por la profesionalidad de los futuros bomberos, porque “las emergencias obligan a toma de decisiones inmediatas y eso sólo lo pueden hacer bomberos profesionales”. No entró en el fondo de la gestión de los parques comarcales.

MATÍAS LLORENTE

El veterano político, ahora en las filas de la UPL, Matías Llorente, hizo gala de su experiencia y demostró con su argumentación que es de los pocos políticos de la Diputación que conoce en profundidad este asunto. Por eso se alegró de que se trajese al Pleno la aprobación de un plan de tanta urgencia para la provincia y anunció su voto a favor aunque “todo es mejorable”.

De cara al futuro dejó sobre la mesa la cuestión de las aportaciones de los ayuntamientos, una vez que no existan los remanentes financieros actuales; cuestionó el riesgo de “vacío de autoridad” debido a la gestión privada del plan, así como la falta de infraestructura básica antiincendios en los pueblos, como las bocas que permitan llenar de agua los camiones. También puso la mano en la llaga al hablar de la necesidad de ordenanzas municipales sobre la responsabilidad antiincendios o que la Junta aporte fondos a este Plan. Y exigió  la “absoluta transparencia” a la hora de adjudicar el servicio. Aunque se mostró partidario de bomberos funcionarios, anunció su voto afirmativo para que el Plan salga adelante, tras tantos años de espera,  “para los cuatro que quedamos aún en el campo”.

CIUDADANOS Y BIERZO

Los portavoces de Ciudadanos y Coalición por El Bierzo siguieron la línea oficial del PP, dejando claro que se trataba de la aprobación inicial de la memoria de un Pan que necesita ajustes. En cualquier caso, ambos destacaron que este Plan cumplía con el objetivo básico de garantizar la seguridad y la propiedad en el mundo rural y que, en el caso de Ciudad naos, “daba igual la gestión. Lo importante es apagar los fuegos”.

El diputado berciano se congratuló porque El Bierzo y Laciana quedan bastante bien cubiertos con este Plan, aunque insistió en la necesidad de mejorar la prevención, sobre todo en los bosques y montes.

MIGUEL FLECHA

El diputado de Izquierda Unida se quedó solo en su oposición frontal al plan, principalmente por que opta por la gestión privada en vez de por una gestión directa por parte de la Diputación. Argumentó que un servicio vital como éste debe contar con bomberos profesionales funcionarios y que lo contrario es “regalar dinero público a empresas privadas”, algo que calificó de “derroche” y echó en cara al PP su insistencia en aplicar su modelo privatizador.

SATISFACCIÓN DEL PRESIDENTE

Para el presidente, Martínez Majo, la aprobación inicial de este Plan supone “un día de satisfacción” y prefirió no utilizar otros adjetivos más grandilocuentes porque es “sólo un primer paso”. Así y todo no ocultó su satisfacción, ya que este Plan ha sido uno de los principales objetivos de su mandato, lo que le llevó a decir que “con el fuego no se juega”, con independencia de quien gestione el proyecto y con una evidente doble intención hacia la oposición. Majo dijo que este Plan ponía fin a un déficit histórico de la Diputación”, que “no vamos a escatimar esfuerzos” y que “planes como éstos prestigian la existencia de la Diputación” al ofrecer un servicios próximos y cercanos a los pueblos.

Se mostró, finalmente, partidario de la continuidad de los bomberos voluntarios, compatibles con la actuación  de los profesionales y prometió “claridad y transparencia” en la gestión del Plan. Sobre la insistencia en que la Junta apoye, Majo fue tajante al asegurar que lo que tiene que hacer la Junta es “asumir nuestro Plan”. No entró a la cuestión sobre la gestión privada de los parques.