Valladolid-cronicas-rurales-juan-fuente-01

Valladolid-cronicas-rurales-juan-fuente-01

Región

Crónicas rurales... y de artistas

27 julio, 2017 18:10

A la vuelta de Santander, tras la exitosa alternativa de Alejandro Marcos, hice parada que no fonda en casa de amigo Juan Fuente, que ahora reside en Valoria de Aguilar, muy cercano a la capital de la galleta por excelencia. Allí, en una casona excelente, convive Juan con Begoña Robles; una bella palentina que también hace sus pinitos en el arte pictórico.

Conocí a Juan Fuente hace unos veinte años cuando exponía sus esculturas taurinas en la feria de Burgos. Luego incrementamos la amistad hasta nuestros días. Juan es de Guardo, hijo de minero, y allí pasó su infancia, cuya afición primordial era dibujar constantemente. Tras unos años en Salamanca vuelve a Guardo y empieza a interesarse por la cerámica de la mano de Aquilino Chacón en su taller de Otero de Guardo, y también junto a Teo Calvo.

Tras unos años de aprendizaje con la alfarería tradicional –en la mili se gana unos durillos haciendo retratos a los soldados- hace su primer trabajo de ceramista con el grupo Fragua-Guardo en 1984 elaborando máscaras blancas de arcilla que tienen gran aceptación. Unos años más tarde, ya por su cuenta, monta su primer taller en un solar de sus padres y con su primer horno inicia sus primeros trabajos de alfarería que vende en ferias y exposiciones.

Palencia conoce sus primeros trabajos taurinos que luego va exponiendo en distintas ferias del Norte como Bilbao, Santander, Burgos, Francia e incluso Holanda. Pero no solo hay motivos taurinos en sus obras, ya que Juan, innovador permanente, crea un arte escultórico único en tamaño natural como unas maletas o zapatos de mujer que realmente resaltan por su belleza y originalidad, sin olvidar los preciosos caballos en miniatura.

Los torsos y piernas semidesnudas de toreros, con sus chaquetillas y taleguillas, son una recreación para la vista. A finales de los 90 crea para la Diputación de Palencia los trofeos taurinos que cada año van recogiendo las primeras figuras del toreo. Y a partir del año 2000 la Asociación de Maestres de Cocina de Castilla y León le encarga un mosaico que Juan crea y trabaja con auténtico primor. Es la efigie en cerámica de un torero plasmada, cuadrito a cuadrito, en un fondo de madera noble.

Todo un logro que tuvo mucha resonancia durante nueve temporadas consecutivas. Enrique Ponce (dos veces), José Tomás, Hermoso de Mendoza, César Rincón, El Juli, Manolo Sánchez, César Jiménez y Joao Moura tienen en sus vitrinas estos preciados trofeos realizados por Juan Fuente. El Asador Cossío, de Mojados, con el buen aficionado Pedro de Frutos al frente, también le encargó al artista de Guardo algunos premios que el establecimiento hostelero entregaba a los triunfadores de la feria de San Pedro Regalado.

Juan colaboró con el ceramista Gerardo Pescador y también ejerció de docente en el Centro Rural de Innovación Educativa de Cervera de Pisuerga durante once años, impartiendo a los niños sus conocimientos de la cerámica a través de los colegios. Participó en las jornadas “Domadores de Fuego”, en Zaragoza donde deja su impronta. Es autor de la escultura “Familia bajo un paraguas”, ubicada al pie de la iglesia de San Juan, en Mojados (Valladolid)

Actualmente tiene diseñado y realizado grabados en cerámica de varias series de Goya que, enmarcados en madera noble, son de una gran sensación artística. Y en mente tiene realizar la serie de la Tauromaquia de Goya.

Ahora, a los 57 tacos, Juan, sin perder sus principios fundamentales de la pintura y la escultura, anda enfrascado en otros proyectos más ambiciosos que pronto verán la luz. Suerte a nuestro amigo Juan que, a pesar de su inagotable imaginación y capacidad de creación artística, no asume la modernidad al completo y estamos tratando de convencerle para que tenga su página web.

Nos ha prometido que antes de fin de año la tendrá. De ello se encargará su compañera Begoña y Adrián, el hijo de Juan que hace tercero de periodismo en Valladolid. Suerte en esta etapa, “domador de barro y fuego” como dijo Aquilino Chacón.