Calculan que la Semana Renacentista reporta cinco millones a Medina
Un estudio de investigación de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) expone que el impacto económico que generó la Semana Renacentista de Medina del Campo en 2016 alcanzó los cinco millones de euros. Carlos Belloso Martín, María Yolanda Fernández Ramos, Pilar Cabezas Pascual, Luis Ángel Díez Martín, Ana Isabel Macón Gutiérrez y Sheila Olivares Allende presentarán este lunes por la tarde en el Ayuntamiento el estudio que han realizado con motivo del creciente éxito de este evento en la villa.
La clave del éxito de la Semana Renacentista posiblemente esté en el factor humano, por la participación de unos 4.000 vecinos que se implican en sacar adelante las actividades, y en una cuidada coordinación y organización. Así, en un tiempo récord de tan solo cinco ediciones, desde el año 2012 al 2016, se ha conseguido impulsar este proyecto común que atrae un flujo aproximado de 100.000 turistas y visitantes en cada edición, hasta convertirse en la fiesta de recreación histórica más grande de la provincia de Valladolid.
Es indudable que un evento de estas magnitudes, con la afluencia de miles de turistas y visitantes, genera unos beneficios cuantiosos para todo el conjunto de sectores económicos de la localidad, que hasta ahora desconocíamos con exactitud: los ingresos, quién sale beneficiado, qué retorno económico tiene el dinero que se invierte, y cómo es el perfil del turista, son preguntas a las que han intentado dar una respuesta en el estudio.
Para poder cuantificar cada una de estas repercusiones durante la celebración de la Semana Renacentista del 14 al 21 de agosto de 2016, se realizaron un total de 450 encuestas durante el transcurso de esta celebración. En ellas se preguntó a comerciantes locales, a comerciantes del mercado de la Feria, a los turistas, y los miembros de las Asociaciones medinenses aspectos referentes a la demanda. Tras el análisis de dichas encuestas se han extraído unos primeros resultados:
· La mayoría de los turistas viajan en su propio vehículo, tienen una procedencia nacional, un 42% son visitantes de la provincia de Valladolid, (sólo un 15% proviene del resto de provincias de Castilla y León) y otro 42% procede del resto de CC.AA. y sólo un 1% procedían de Francia y Portugal.
· Así mismo, la mayor parte de los encuestados (60%) reconoció que era su primera visita a Medina del Campo, que conocieron el evento través de amigos y familiares (42%), y el 49% reconocieron que la celebración de la Semana Renacentista fue su principal motivación, frente al 36% que considera el resto de los monumentos de Medina del Campo como factor complementario para su visita.
· Así mismo, este evento influyó positivamente en la creación de empleo. En torno a un 10% del comercio consultado manifiesto haber realizado algún tipo de contratación durante la Semana Renacentista, y en más de la mitad de los casos, en que se realizaron contrataciones, se contrató a más de una persona. Los sectores que realizaron un mayor número de contrataciones fueron la hostelería y la restauración.
· El incremento de las ventas fue de un 12%, y la facturación media diaria fue de 500€, aunque hay diferencias por sectores, puesto que la hostelería y la restauración son los más beneficiados.
· Estos primeros resultados indican que el gasto medio que se realiza en la villa de Medina del Campo durante la celebración de la Semana Renacentista para los turistas y visitantes, está en torno a los 50 euros diarios, por lo que el impacto económico total que se originó en la Villa de Medina alcanzaría la cifra de 5 millones de euros.
Sobresalen también los efectos positivos sociales de esta fiesta, por la gran implicación de los participantes que contribuye a mejorar la convivencia entre los vecinos y acrecienta el tejido asociativo local.
Por tanto, el estudio plantea entre sus conclusiones que la Semana Renacentista de Medina del Campo ha pasado a formar parte de las estrategias de desarrollo local y comarcal, no solo por su potencial para generar riqueza y empleo, sino por su contribución a la diversificación del producto turístico que supone la ciudad en sí misma, y también por su capacidad para impulsar la cohesión social y el bienestar de los ciudadanos a través de la identificación con su historia y la participación en las asociaciones que realizan las recreaciones históricas.