El oso pardo se recupera tres décadas después
Las Comunidades de la Cordillera Cantábrica -Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León- han contabilizado un censo conjunto de 40 osas con 67 crías, de las cuales 34 madres y 57 crías se localizan en la subpoblación occidental y seis osas con diez oseznos, en la zona oriental.
Así lo ha indicado este jueves el director general del Medio Natural, José Ángel Arranz, que ha estado acompañado por el director general de Recursos Naturales del Principado de Asturias, Manuel Calvo y por el director general del Medio Natural del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio.
Los resultados de este último censo, junto con los dos anteriores, ha señalado Arranz, muestran una "consolidación" y un "incremento" en la subpoblación occidental, así como una recuperación "sólida" en la zona oriental, de la misma manera que comenzó hace diez años la parte occidental. De este modo, ha explicado Arranz, se ha consolidado el incremento anual de la población osera a un ritmo entre el 8 y el 15 por ciento desde 1989.
El seguimiento de osas con cría, según ha indicado Arranz, supone el "mejor" indicador de la evolución de las poblaciones de osos pero los datos de este censo suponen un "mínimo seguro", es decir, que solo se contabilizan aquellos ejemplares que se han avistado de forma directa con el fin de evitar que se dupliquen los datos.
De este modo, del total de la población de este "mínimo seguro", 29 osas con 50 crías se encuentran en la subpoblación occidental de Asturias y cinco osas y siete oseznos, en Castilla y León. Mientras, en la zona oriental, se han censado cuatro osas y siete crías en Castilla y León y dos osas con tres oseznos, en la Comunidad de Cantabria.
Asimismo, se han podido diferenciar ocho posibles grupos familiares, cinco en la zona occidental y tres en la oriental. Las características del censo, que da el mínimo seguro de osas, con un método muy riguroso, para evitar duplicidades y superposición de territorios en los movimientos de las osas, dificulta su individualización.
Con los datos globales de 2016 y la media de los últimos siete años, se estima que la población de oso pardo en la cordillera Cantábrica oscila entre un mínimo de 260 y 270 ejemplares, de los cuales 220 corresponderían a la subpoblación occidental y alrededor de 50, a la oriental.
Elaboración del censo
Sin embargo, la estimación global de la población es "mucho más compleja", dado que el oso es una especie de amplio espectro de distribución. Por ello, para la elaboración del censo se utilizan técnicas como el seguimiento directo, estudios genéticos de restos localizados al azar o sistemas de captura de pelo, así como análisis de índices específicos en muestreos dirigidos.
En las poblaciones de oso pardo, el seguimiento de las unidades familiares, las osas con crías del año (OCAs), se realiza mediante un método de conteo que permite estimar la tendencia demográfica de las poblaciones.
El trabajo de campo lo realizan los técnicos de las cuatro administraciones y sus respectivas guarderías, con el apoyo de otras organizaciones, especialmente la Fundación Oso Pardo; también colaboran otras, como la Fundación Oso de Asturias (FOA), la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, otras ONG, el Seprona de la Guardia Civil, la guardería de los cotos autonómicos de caza, asociaciones de cazadores, naturalistas aficionados, montañeros, senderistas o ganaderos.
Las osas crían cada dos años, salen de las oseras en primavera y permanecen junto a sus oseznos entre 15 y 17 meses, razón por la que los censos se cierran en todos los casos al año siguiente, después de la época de celo, que es cuando las madres expulsan a los esbardos del grupo familiar y entran nuevamente en relación con los machos.
Trabajo coordinado
Las cuatro comunidades de la Cordillera Cantábrica coordinan anualmente sus acciones para ofrecer unos resultados del conjunto poblacional de osas con cría que se reparten por el territorio, en una especie que no conoce los límites administrativos de las diferentes comunidades autónomas.
En este sentido, el director general de Recursos Naturales del Principado de Asturias, Manuel Calvo, ha destacado algunas osas con cría se han desplazado hasta el límite de la distribución potencial. Sin embargo, también ha subrayado la necesidad de "tranquilizar" a la población y enseñarla a actuar ante la posible presencia de osos en las zonas cercanas a los núcleos rurales.
Además, ha apuntado que las osas con cría se han multiplicado por cuatro desde 2010, pasando de 10 a las 40 que se han contabilizado en 2016, así como un incremento en el número de ejemplares y en la expansión de los territorios. Por su parte, el director general del Medio Natural del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio, ha hecho hincapié en el trabajo que las cuatro comunidades implicadas en el seguimiento de la población osera en la Cordillera Cantábrica llevan a cabo durante los 365 días del año.
El trabajo continúa y, así, durante los cuatro primeros meses del presente año reproductor, se han contabilizado 27 grupos familiares con un recuento de 52 oseznos hasta la fecha. La elaboración de este censo conjunto, ha agregado, ha dado lugar a una base informativa "muy potente" y "rigurosa". Además, parte del éxito del Plan de Recuperación del oso pardo responde a la aplicación de los datos de este censo a la gestión de la especie, ha señalado.
A pesar de que los datos de este último censo les permiten ser "moderadamente optimistas", Lucio ha recordado que el oso pardo todavía es una especie en peligro de extinción y que el núcleo oriental de población osera estuvo a punto de desaparecer. Por tanto, ha concluido, la responsabilidad y el objetivo de las instituciones implicadas en su seguimiento de osos debe ser "asegurar" su presencia en la Cordillera Cantábrica.