Alto Duero da un no definitivo a la cesión de agua
Regantes del Alto Duero han dado hoy un no definitivo a las aspiraciones de sus homólogos del Bajo Duero de contar con la cesión de agua excedentaria de los primeros que habría permitido unos últimos riegos este mes necesarios para salvar las cosechas de maíz, patata, remolacha y zanahoria, entre otros cultivos, en unas 5.000 hectáreas repartidas en la provincia de Valladolid.
La reunión extraordinaria mantenida esta mañana en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero, en Valladolid, por parte de la Junta de Explotación del Alto Duero, convocada a petición de las comunidades de regantes de la zona, con participación como invitadas de las del Bajo Duero, ha cerrado de forma definitiva la última posibilidad que aún quedaba a los regantes de Tordesillas, Pollos, Castronuño y Simancas-Geria-Villamarciel, que han consumido la totalidad de la dotación asignada por la CHD para esta campaña.
Los regantes de las comunidades del Alto Duero, que incluyen las de Almazán, Guma y Riaza, justifican su negativa en la mala gestión del agua realizada por sus homólogos de Valladolid y en el hecho de que aún tienen que sacar adelante cultivos leñosos, sin olvidar la necesidad de conservar el agua excedentaria para una próxima campaña ante la pertinaz sequía que asola el campo en Castilla y León.
Sin embargo, el presidente de la comunidad de Tordesillas, Miguel Ángel Peláez, que ha capitaneado durante las últimas semanas las reivindicaciones de la provincia, incluida una concentración celebrada el pasado viernes en Almazán, ha asegurado que durante el encuentro celebrado este martes en la CHD no se ha llegado a abordar la cesión de agua y que el mismo se ha ceñido exclusivamente a facilitar información a los presidentes de los regantes de ambas zonas sobre cómo gestionar la próxima campaña si ésta viene mala.
En cualquier caso, Peláez, en declaraciones a Europa Press, lamenta que el agua "no llegará finalmente a Valladolid", algo que, como así precisa, se traducirá en pérdidas millonarias para el campo en la provincia porque impedirá sacar adelante el maíz, fundamentalmente, pero también otros cultivos más importantes en términos económicos como los de la patata, la fresa, la remolacha y los de huerta.
"¡Se secará lo que se tenga que secar y se salvará lo que se tenga que salvar!", ha concluido un decepcionado Miguel Ángel Peláez.