Folklore a ritmo cubano, portugués y valenciano
El Festival Internacional de Folklore de Zamora llegaba este sábado a su ecuador y un día más, miles de asistentes se acercaban a la Plaza de la Catedral para disfrutar de las danzas y las músicas tradicionales y populares. Hoy, la tarde era más internacional, ya que sobre el escenario situado a los pies de la seo zamorana se subirían el Grup de Balls Populars Les Folíes de Carcaixent de Valencia, el Rancho Típico da Amorosa de Oporto, la Asociación Etnográfica Don Sancho y el Conjunto Artístico Telón Abierto de Cuba.
Así, subían al escenario el Grup de Balls Populars Les Folíes de Carcaixent de Valencia con muestras frescas, divertidas y con fuerza, representando un amplio y variado conjunto de piezas que tienen en las escuelas de bailes populares de principio del siglo XIX en su comarca valenciana. Boleros, seguidillas, balls per al l’u, malagueñas, danzas y jotas componían un amplio repertorio al que se unían danzas procesionales. Un grupo con una cuidada indumentaria tradicional valenciana, especialmente ligada a la costumbre decimonónica de final del siglo XIX. Todo un espectáculo con un diseño escénico propio del siglo XIX
Tras ellos, subieron al escenario los componentes del Rancho Típico da Amorosa de Oporto, nuestros vecinos. Un grupo que nació en la actual Unión de Freguesias de Matosinhos - Leça da Palmeira, en un lugar llamado Amorosa, en 1935 y que cumple 82 años de vida. En sus bailes y danzas se representa especialmente el folklore Maiato, como bien pudieron descubrir todos los asistentes zamoranos a la Segunda Gala del Festival Internacional de Folklore. Y es que, el folklore portugués no es muy conocido y tiene una sonoridad muy especial que este sábado la capital zamorana descubrió.
Posteriormente, tuvo lugar la pizca zamorana con Don Sancho que interpretó tres piezas para poner el punto de la capital a este sábado de tradición, música popular y danza. Y, para terminar, subió a escena el Conjunto Artístico Telón Abierto de Cuba, un grupo formado en la Universidad Ciego de Ávila, una ciudad situada a 400 kilómetros de La Habana.
Las coreografías de sus espectáculos son simples, pero en su actuación en Zamora realizaron, dejando boquiabierto al público, un número relacionado con la música popular cubana con un alto nivel musical y coreográfico, una parte de danzas con relación a la mixtura de la cultura afrocubana y otro con las danzas de origen español.