Tordesillas ha vivido un año más, como cada segundo martes de septiembre, uno de sus días festivos más importantes. El Toro de la Vega llena de entusiasmo a los tordesillanos, aunque este año, la tranquilidad ha protagonizado el encierro, tanto por la escasa representación de antitaurinos (tan solo una veintena) como por el suceso del pasado domingo, en el que falleció una vecina de 54 años tras volcar un remolque de las fiestas, que ha sido recordada por multitud de personas y peñas con crespones negros.

Las calles se llenaban de gente minutos antes de las 11 horas para ver a El Príncipe, el Toro de la Vega de 2017 al que acompañó en su recorrido una multitud desde el centro de la localidad hasta el campo para finalizar el festejo a las 11:40 horas. Solamente hubo que lamentar un herido cuando trataban de guardar al morlaco. Posteriormente, la fiesta se trasladó a la plaza mayor donde se celebraron bailes tradicionales y desfile de mantones.

No obstante, Tordesillas sigue luchando y no se rinde, ya que quiere recuperar su tradicional Torneo del Toro de la Vega, pues desde hace dos años no se da muerte al animal tras la prohibición de la Junta de Castilla y León. Añoran la emoción y la expectativa de quién vencerá en el Torneo, ha manifestado el Patronato del Toro de la Vega,