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Región

Cuando un euro bien invertido puede cambiar miles de vidas

29 octubre, 2017 08:45

Hay lugares del mundo donde no saben quién es Puigdemont ni les interesa la independencia de Cataluña. Ni siquiera conocen por qué hay tanta expectación por saber quién mató al presidente Kennedy de los Estados Unidos. No. Bastante tienen con preocuparse de sobrevivir cada jornada, cada hora, cada instante. Suena a demagogia, pero es la realidad. El día a día de millones de personas del denominado Tercer Mundo, en el que Manos Unidas trabaja y donde intenta paliar esta situación.

La joven Lorena Diego Hontiveros, voluntaria de Manos Unidas en Salamanca desde hace unos ochos años, pero colaborando con la ONG desde bien pequeña, ha podido comprobarlo en primera persona durante su estancia de diez días en Etiopía. Su primer viaje y una experiencia para toda la vía. “Tenía muchísimas ganas de poner cara y rostro a las personas por las que estoy luchando para intentar darles un futuro mejor. No es lo mismo lo que te digan de lo que vives. Ha sido el viaje de mi vida”, relata a Noticias Castilla y León.

Rostro y sonrisa. Porque pese a la situación de estas personas, con las dificultades diarias por cortes de luz, escasez de agua o pobreza, “muestran gran amor y cariño, te reciben con los brazos abierto”. Así, recuerda cómo durante la visita a pozo que se ha construido, “fue un día festivo para ellos, porque un simple pozo había cambiado sus vidas, evitando caminatas de kilómetros”.

Y es que “con muy poquito se pueden cambiar vidas”. Por ejemplo, en un hospital se han instalado unas placas solares que han permitido que haya continuamente electricidad en el edificio. “Pues por primera vez no ha habido muerte de recién nacidos al estar mejor atendidos”. En ocasiones, incluso se modifican conductas sociales. “En algunos lugares a los niños que nacen con malformaciones se considera que están malditos. Estas malformaciones son por la mala alimentación de la madre durante el embarazo, así que mejorando la alimentación se evitan esos problemas y se les explica que no se trata de ninguna maldición Toda la labor de Manos Unidad tiene un trasfondo educativo”.

De ahí que toda esta solidaridad se transforme en cariño, con anécdotas inolvidables para Lorena. “Me ocurrió una cosa muy bonita, muy dulce, cuando visitábamos uno de los proyectos, entonces me encontré con una mujer que me llamó la atención, tenía algo especial, y le hice una foto. Allí les gusta que se las enseñes, porque muchos de ellos no se han visto en la vida, y al hacerlo me dio las gracias y un beso con tal cariño en el hombro que se me ha quedado cargado para siempre”.

Pero todo tiene un principio y un final, en este caso con el regreso al llamado Primer Mundo, donde ahora le ha llamado más la atención el ruido y el egoísmo, “allí no tienen nada y lo comparten todo, se desviven por ti. Somos personas extrañas para ellos pero te abren sus casas”.

Proyectos solidarios por todo el mundo

Manos unidas tiene actualmente en marcha proyectos en diversos puntos de África y Asia, desde sillas de ruedas para niños que han perdido alguna extremidad hasta plantas de compostaje, letrinas, pozos, escuelas, lo que es necesario

Lorena destaca que el seguimiento de todos está publicado en internet y hay cuatro auditorías internas y externas, con transparencia total. Manos Unidas garantiza que todo el dinero recibido se invierte en el tercer mundo, “el dinero llega para todos los proyectos y son inversiones que funcionan”, con implicación de la comunidad local para que perdure en el tiempo. “No queremos que los proyectos se puedan ir al traste de un día para otro y si se da ya todo hecho se fomenta el acomodo y se pierde esa implicación para que el proyecto lo hagan suyo”.

Proyectos de Manos Unidas en Etiopía

Una labor que no es fácil debido a la escasez de colaboración de los gobiernos. “Hablamos de países donde no hay democracia en algunos casos y lo quieren controlar todo”. Y todo ello pese a los efectos de la crisis económica, que también se notó con una disminución de las aportaciones de la sociedad. “Pero no sólo se puede colaborar con dinero, hay otras formas como el tiempo en labores de voluntariado en la preparación de la Operación Bocata, el Abrazo a la Plaza, las 24 horas que iluminan el mundo, o cediendo obras para subastar en una bienal de arte”.

Porque muy poco puede parecer eso, una ínfima aportación, pero muchos pocos hacen algo muy grande. Manos Unidas intenta que esta simpleza de palabras no sea tan difícil, como ocurre con frecuencia en la sociedad actual, de hacer realidad y transformarlas en hechos.