El sindicato Comisiones Obreras ha cifrado en unos 22.000 los ciudadanos extranjeros residentes en Castilla y León que se han nacionalizado en los últimos cuatro años (4.545 de ellos de Valladolid), una tendencia que irá en ascenso en los próximos ejercicios en detrimento por lo tanto de los extranjeros empadronados en la Comunidad.

Esta es una de las conclusiones del Observatorio Sindical de las Migraciones en Castilla y León elaborado por CCOO según el cual los ciudadanos extranjeros que han llegado a esta Comunidad, más minoritaria en términos de inmigración, han decidido quedarse y establecer núcleos familiares a través del reagrupamiento de la unidad familiar cuando uno encuentra un puesto de trabajo.

"No se ha marchado tanta gente e, incluso, los que se han marchado y tenían permiso han vuelto ahora que han mejorado las condiciones", ha constatado la secretaria regional de Migraciones y Medio Ambiente de CCOO, Cristina de la Torre, quien ha augurado más nacionalizaciones por parte de los ciudadanos árabes a los que fijó un plazo mínimo de residencia de diez años para este trámite.

Otra de las conclusiones de este estudio de CCOO es que los ciudadanos extranjeros no quitan el empleo a los nacionales ya que su tasa de paro es doce puntos superior a la de los castellanoleoneses, un porcentaje que fue muy superior en los peores años de la crisis. "Ocupan los empleos que no quiere la población nacional", ha insistido la secretaria regional de Migraciones y Medio Ambiente de CCOO en referencia concreta a las labores relacionadas con las campañas agrícolas o con las cuadrillas forestales y a la mayor precariedad y temporalidad que sufren estos trabajadores.

En estos momentos el saldo migratorio en Castilla y León es positivo (611 personas) mientras que en el caso concreto de Valladolid ese saldo es negativo, con 500 personas menos. En el caso concreto de la provincia vallisoletana, la población extranjera más mayoritaria procede de Bulgaria, Rumanía y Marruecos, de modo que un 75 por ciento tiene permisos y tarjetas comunitarias.

A través de este Observatorio Sindical de las Migraciones en Castilla y León Comisiones Obreras ha querido poner en valor la "importante aportación" de la población inmigrante para paliar algunos de los principales problemas de la Comunidad, como es el caso de la despoblación, la dispersión o el envejecimiento ya que la edad media de la población foránea es unos doce años inferior a la de los castellanoleoneses.

Según sus datos, en Castilla y León hay 173.399 extranjeros con autorización de residencia con 121.536 empadronados en la Comunidad una diferencia que, para De la Torre, no tiene mucho sentido y que ha explicado en el hecho de que ya no tienen derecho al servicio universal de salud.