¿Puede una oveja reconocer a Barack Obama?
Las ovejas pueden ser entrenadas para reconocer rostros humanos a partir de retratos fotográficos, e incluso pueden identificar la imagen de su adiestrador sin capacitación previa.
El estudio realizado en la prestigiosa Universidad de Cambridge y publicado en 'Royal Society: Open Science', es parte de una serie de pruebas que se hacen a las ovejas para monitorear sus capacidades cognitivas. Debido al tamaño relativamente grande de sus cerebros y su longevidad, las ovejas son un buen modelo animal para estudiar trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Huntington.
La capacidad de reconocer caras es una de las habilidades sociales humanas más importantes. Reconocemos caras familiares fácilmente y podemos identificar caras desconocidas a partir de imágenes presentadas repetidamente. Al igual que con otros animales, como perros y monos, las ovejas son animales sociales que pueden reconocer a otras ovejas y seres humanos conocidos. Sin embargo, se sabe poco sobre su capacidad general para procesar rostros.
Investigadores del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de Cambridge entrenaron a ocho ovejas para reconocer las caras de cuatro celebridades a partir de retratos fotográficos mostrados en las pantallas de ordenador. Con el tiempo, aprendieron a asociar una recompensa con la fotografía de la persona famosa.
Tras el entrenamiento, se les mostró a las ovejas dos fotografías: la cara de la celebridad y otra cara, viendo que las ovejas eligieron correctamente la cara de la celebridad ocho veces de cada diez.
En estas pruebas iniciales, se mostró a las ovejas las caras desde el frente, pero para ver cómo de bien reconocían las caras, los investigadores enseguida les mostraron las caras en ángulo. Como se esperaba, el rendimiento de las ovejas disminuyó, pero solo en un 15 por ciento, una cifra comparable a la observada cuando los humanos realizan la tarea.
Finalmente, los investigadores analizaron si las ovejas podían reconocer la fotografía de un entrenador sin entrenamiento previo. Los cuidadores normalmente pasan dos horas al día con las ovejas y las ovejas están muy familiarizadas con ellas. Cuando una fotografía de retrato del entrenador se intercalaba al azar en lugar de la celebridad, la oveja eligió la fotografía del entrenador sobre la cara desconocida siete de cada diez veces.
Durante esta última tarea, los científicos observaron un comportamiento interesante. Al ver una imagen fotográfica del entrenador por primera vez, ya que las ovejas nunca habían visto una imagen de esta persona antes, las ovejas hicieron una "doble mirada": comprobaron primero la cara (desconocida), luego la imagen del entrenador y luego la cara desconocida nuevamente antes de tomar la decisión de elegir la cara conocida del entrenador.
Habilidades comparables a monos y humanos
"Cualquiera que haya pasado tiempo trabajando con ovejas sabrá que son animales inteligentes e individuales que pueden reconocer a sus cuidadores", dice en un comunicado la profesora Jenny Morton, quien dirigió el estudio. "Hemos demostrado con nuestro estudio que las ovejas poseen habilidades avanzadas de reconocimiento facial, comparables con las de los monos y los humanos", añade.
Las ovejas son longevas y tienen cerebros que son similares en tamaño y complejidad a los de algunos monos. Eso significa que pueden ser modelos útiles para ayudarnos a comprender trastornos del cerebro, como la enfermedad de Huntington, que se desarrollan durante un largo tiempo y afectan a las capacidades cognitivas. Nuestro estudio nos da otra manera de monitorear cómo cambian estas habilidades, particularmente en ovejas que tienen la mutación genética que causa la enfermedad de Huntington", añade.
Inicialmente, la enfermedad afecta a la coordinación motora, el estado de ánimo, la personalidad y la memoria, así como otros síntomas complejos, incluidos los deterioros en el reconocimiento de la emoción facial. Eventualmente, los pacientes tienen dificultad para hablar y tragar, pérdida de la función motora y mueren a una edad relativamente temprana. No existe una cura conocida para el trastorno, solo maneras de manejar los síntomas.