El Pozo San Luis, en el término municipal de Langreo (Asturias), se cerró definitivamente en 2002, después de más de 70 años de funcionamiento. Lejos de caer en el abandono y el olvido, vive desde 2013 una renovada historia como Ecomuseo Minero Valle de Samuño. Su visita ofrece una ambientación completa en la historia de la minería, comenzando por el tren minero que parte de la Estación de El Cadavíu, centro de recepción de visitantes, y recorre más de un kilómetro bajo tierra por el socavón Emilia.

Durante el recorrido se puede contemplar el castillete de 28 metros de altura del Pozo de San Luis, la Casa de Máquinas o la lampistería, paso obligado para los mineros en la entrada y salida de la mina. “Es un museo basado en más de dos siglos de historia minera, ofrece un recorrido completo que muestra la importancia que ha tenido la minería históricamente en esta zona”, explica el responsable de comunicación de Ecomuseo, Jorge Vallina.

En la Feria de Turismo de Interior (INTUR), Vallina ha detallado en una ponencia todo el atractivo de este Ecomuseo Minero, “que recibe más de 30.000 visitantes al año lo que le sitúa como una referencia en cuanto a la divulgación del patrimonio industrial minero”.

Multitud de posibilidades

La visita al Ecomuseo trasciende a lo que se espera en una visita tradicional a un museo. “Estamos dentro del Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras, en un entorno privilegiado, un espacio natural que permite disfrutar de sendas verdes, realizar actividades deportivas y también asistir a los espectáculos que organizamos en las instalaciones”, añade Jorge Vallina.

El marco visual que ofrece el Ecomuseo no ha pasado desapercibido para los rodajes; el último ‘Enterrados’, una película que se estrenará próximamente y que ha rodado buena parte de sus escenarios en estas privilegiadas instalaciones en el Valle de Samuño.