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Región

Centro de Educación Especial Los Tilos, donde la discapacidad es valía

3 diciembre, 2017 09:58

Este domingo, 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de estas personas en la sociedad y en el desarrollo. Reflexión, conciencia e inclusión son los términos a tener en cuenta.

En Salamanca, esta labor es desarrollada por Asprodes Feaps, una organización sin ánimo de lucro que da apoyo a más de 750 personas con discapacidad y sus familias. Así, busca contribuir, desde su compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadano de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.

Para ello dispone de 600 trabajadores con y sin discapacidad, un centenar de voluntarios, seis centros de día, diez centros ocupacionales, viviendas en comunidad, residencia y un centro educativo. Este último con nueva sede en la calle Los Tilos del barrio Garrido, donde Viveros El Arca de Asprodes ha recuperado lo que fue el antiguo colegio de Educación Infantil de la Caja de Ahorros, donde acudían los entonces denominados ‘parvulitos’, cerrado en los años noventa.

Exterior del antiguo colegio de 'parvulitos' de Garrido, ahora Centro de Educación Especial Los Tilos

Ahora este inmueble vuelve a recuperar su actividad docente gracias a Asprodes, procediendo a la formación de personas para su plena inserción en la sociedad y su capacitación para el desempeño de actividades productivas. Todo ello dentro de un inmueble con aulas, gimnasio, comedor, aseos y vestuarios. NOTICIASCYL ha comprobado in situ cómo se desarrolla esta labor.

“Este centro educativo es la puerta de entrada en Asprodes, de ahí que la intervención que se hace con alumnos y familias es acogedora, canalizamos su motivación y las ganas que tienen de hacer cosas”, explica María Serrano, directora del Centro de Educación Especial Los Tilos. Un proyecto que nació en 1994 en El Arca gracias a una subvención de programas de garantía social, en 2009 se trasladó al colegio La Inmaculada en Tejares y ahora amplía su espacio en el barrio Garrido.

Dispone de tres unidades concertadas de transición a la vida adulta, con 31 alumnos de 16 a 21 años. Cada unidad consta de dos profesores, impartiendo materias curriculares como matemáticas, lengua, lectura, pero también profesores de plástica y tecnología, además de conocimientos en el perfil profesional de jardinería. Docentes que llevan a cabo itinerarios para que estos jóvenes puedan trabajar en los centros de día de Asprodes e itinerarios prelaborales para continuar a partir de los 21 años en otros programas de Asprodes.

Hay incluso algunos que llegan a trabajar en empresas ordinarias, gracias a los conocimientos que reciben en jardinería, limpieza y ordenanza, salidas donde más demanda de contratación hay en Asprodes. Pero son los menos, pues la mayoría de las empresas son aún reticentes a contratar a personas con discapacidad pese a los beneficios fiscales con que cuentan. De hecho, en la provincia de Salamanca se rubrican al año más de 110.000 contratos, pero apenas medio millar corresponden a personas con discapacidad.

“Nos gustaría que nos contrataran más empresas”

Alejandro y Eduardo son dos jóvenes que se encuentran en este centro educativo Los Tilos. Representantes del consejo escolar, reclaman un mercado laboral más abierto hacia las personas con discapacidad, pues aseguran que están preparados para llevar a cabo los trabajos para los que se forman y disponen de una autonomía mayor de la que consideran muchas empresas que infravaloran a estas personas. “Nos gustaría que nos contrataran más empresas, que no nos cerraran las puertas”, afirman.

Por ejemplo, los alumnos van a la biblioteca con periodicidad, participando de forma autónoma en el intercambio de libros y adquiriendo hábitos. Incluso imparten clases a otras personas, pasando de alumnos a profesores, como ocurre con el programa de huertos escolares en El Encinar y Babilafuente sobre jardinería ecológica, sin productos químicos. Desde hace cuatro años, gracias a la Universidad de Salamanca, alumnos de Asprodes asesoran a niños de Infantil y Primaria, este año también a Secundaria, enseñándoles a hacer un bancal o consejos sobre jardinería. “Ponemos en práctica lo que hemos aprendido con una actividad inclusiva”, explican Alejandro y Eduardo. Un programa de éxito que cada vez demandan más centros educativos.

Premio nacional el año pasado

Los proyectos de transformación de servicios que lleva a cabo Asprodes en Salamanca tuvieron su reconocimiento nacional el año pasado con el primer premio en un certamen en el que participaban centros de toda España, algunos de ellos muy potentes de capitales como Madrid, Barcelona y Valencia.

Además, los docentes de Los Tilos forman parte de un grupo de profesores de centros escolares públicos y concertados donde trabajan en un manual sobre apoyo conductual positivo. Se trata de una metodología que consiste en reforzar los aspectos positivos, todos los logros y potencialidades, ignorando lo negativo. “Al final las buenas prácticas se contagian, es sembrar una semilla que pueda germinar”, afirma María Serrano, nunca mejor dicho, teniendo en cuenta los conocimientos de jardinería que se imparten en este centro educativo.

Por eso, desde Asprodes reivindican más unidades para poder expandir este gran proyecto. Debido a la gran demanda, se han solicitado a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, pero no las concede argumentando falta de presupuesto. Pero estos jóvenes con ganas de desarrollar su proyecto de vida no entienden de dinero ni de burocracia, sino de ilusión y ganas por hacer cosas y por demostrar su valía a la sociedad. Eso no tiene precio y no debería ser impedimento para un mayor apoyo desde las administraciones públicas.