Salamanca es tan peculiar que posee dos catedrales, dos juzgados, ahora también dos equipos de fútbol, y además, dos universidades. Durante las últimas semanas se ha hablado mucho de la Usal por las elecciones a rector y la programación del Octavo Centenario, pero también está la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), cada vez con más peso en la vida académica de la ciudad y relevancia en el sistema educativo español. Su rectora, Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez, atiende a NOTICIASCYL para desgranar su estructura y desarrollo actual.

- La actualidad informativa está centrada en la Universidad de Salamanca, pero hay otra universidad con una labor educativa muy importante.
- La Universidad Pontificia es también de Salamanca, y aunque somos dos universidades distintas tenemos una tradición común que se remonta a muchos años. La Universidad de Salamanca, durante muchos siglos, fue Real y Pontificia, es decir, los estudios de Teología, Derecho Canónico y Filosofía que ahora continúan en nuestra universidad, fueron los estudios que convivieron con las demás ciencias en la Universidad de Salamanca hasta el siglo XIX, en el cual fueron suprimidos y al cabo de cien años retomados en esta Universidad Pontificia. Tenemos una tradición que se remonta al siglo XIII y sus raíces están ahí. Somos dos universidades muy diferentes pero convivimos, tenemos una relación muy cordial y esta universidad se siente en cierto modo parte de ese octavo centenario y se ha puesto a disposición de la Usal para colaborar.

- ¿Algo ya concreto?
- Hay un proyecto de una exposición que se va a realizar en esta universidad, pero esperamos que a lo largo del centenario en 2018 podamos tener más acciones conjuntas para celebrarlo como se merece. Por supuesto que la celebración corresponde a la Universidad de Salamanca pero nosotros, como nos sentimos parte de esa tradición, queremos colaborar todo lo posible y estamos a su disposición.

- Raíces comunes en Teología, Derecho Canónico y Filosofía, pero la UPSA es ahora mucho más que eso.
- Tenemos las facultades de Pedagogía, Psicología, Magisterio, Enfermería, Comunicación, Informática y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

- ¿Cómo ha evolucionado el número de alumnos durante los últimos años? ¿Cuáles van al alza?
- Las titulaciones con tradición se mantienen más o menos, ha habido variación de alumnos pero por la propia oferta y demanda del mercado, por la propia empleabilidad de las profesiones, pero en general la Universidad Pontificia se mantiene en el número de alumnos año tras año, unos siete mil, con tres campus, uno en la sede central de la calle Compañía, otro en la zona del ISPE, el Campus Champagnat, y otro en Madrid, además de diversos centros afiliados. Esta universidad ha procurado siempre estar a la vanguardia de aquellas titulaciones que demandaban más los alumnos, con una infraestructura para que se puedan ofertar de manera semipresencial, adaptándolas al número de alumnos autorizados por la Junta de Castilla y León y por el Ministerio. Así surgió en 2009 Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que tiene muchísima aceptación y se ha creado sólo un edificio para esta titulación, con unas pistas deportivas que son de lo mejor de Salamanca, espectaculares, al servicio de la comunidad universitaria, al lado del colegio mayor Guadalupe, con un servicio también maravilloso. En 2009 también se implantó la titulación de Marketing y Comunicación, que está al alza de alumnos.

“No pensamos tanto en las titulaciones con el número de alumnos e ingresos, sino en el servicio que pueden prestar a la sociedad”

- ¿Alguna facultad o titulación nueva en proyecto?
- Hemos presentado para verificación ante la Agencia de Calidad, nos tiene que autorizar la Junta de Castilla y León, una nueva titulación en el campus de Madrid que se llama ‘Seguros y finanzas’. Tenemos alianzas con socios del ámbito y nos hemos animado porque creemos que es un campo que es necesario dotarlo de lo que es el espíritu humanístico de esta universidad, porque es un ámbito transversal a toda la sociedad, todos tenemos un seguro, todos tenemos que ir a un banco, entonces creemos que hemos de aportar nuestro granito de arena para humanizar a las personas que trabajan en ese sector, aportando nuestra especial visión a carreras puramente técnicas pero que tratan con las personas y les ofrecen servicios. Es congruente con nuestro compromiso social como universidad que somos sin ánimo de lucro. Por tanto, no pensamos tanto en las titulaciones con el número de alumnos e ingresos, sino en el servicio que pueden prestar a la sociedad.

- El desarrollo de titulaciones lleva aparejado la mejora de infraestructuras, en su día fue la Facultad de Comunicación, ha comentado las nuevas pistas deportivas, días atrás fue un nuevo simulador para enfermería. ¿Qué será lo próximo?
- Ahora mismo acabamos de inaugurar dos obras importantísimas. La primera es la restauración de la capilla, que ha durado más de un año, ha quedado un espacio diáfano precioso, eliminando todas las barreras arquitectónicas que había, y el centro de simulación avanzada para Enfermería pero también abierto a toda la sociedad sanitaria, tanto técnica como académica, porque ahora mismo es el centro más moderno en Castilla y León.

- Hemos hablado de titulaciones, lugares donde se imparten, alumnos, pero también son necesarios profesores para todo ello. Teniendo en cuenta que esta universidad no ha tenido las restricciones de la tasa de reposición que el Gobierno obligaba a las instituciones académicas públicas, ¿cuál es la situación actual de la plantilla de la Universidad Pontificia?
- Todos los años se amplía plantilla dependiendo de las necesidades de asignaturas, cambios en planes de estudios o jubilaciones. Nuestra plantilla está en permanente movimiento, buscando siempre la mayor idoneidad del profesorado, eso es fundamental.

- ¿Plantilla solo docente o se potencia también la investigación? Hoy en día parece que una universidad no es puntera si no está en esos ránkings.
- Estamos convencidos de que la docencia tiene que ir unida de la investigación, ambas se alimentan. Hoy el docente es PDI, personal docente investigador, ya no es un profesor al uso. Nuestra labor docente debe ir necesariamente de la mano, nutrirse y enriquecerse con la labor investigadora. Sabemos además que nuestro profesorado debe estar preparado y tener buenos resultados porque ello redundará en el puesto de la universidad no tanto por los ránkings, sino para poder acceder a nuevos proyectos. Queremos que nuestros investigadores puedan estar en buenos proyectos, donde se obtengan resultados que se puedan transferir a la sociedad y enriquecerla en todos sus ámbitos. Aquí abarcamos casi todos los ámbitos del saber. Porque somos conscientes de esa necesidad tenemos un plan muy potente de formación del profesorado en investigación, con fuerte ayudas, no sólo formativas, también económicas para estancias en el extranjero y cursos con expertos, congresos, que puedan presentar sus trabajos… Queremos ser un referente en investigación y transferencia de resultados, con una oficina específica con mucha actividad, especialmente intensa estos últimos meses.

- También son cada vez más demandados los másteres. ¿Cuál es la oferta de la Universidad Pontificia?
- Tenemos un buen paquete de másteres oficiales y también de títulos propios, algunos funcionando desde hace muchísimos años y con un reconocimiento nacional, como por ejemplo el máster de guión, psicología sanitaria o formación del profesorado. La Universidad siempre está abierta a nuevos proyectos.

- ¿Por ejemplo?
- Vamos a realizar un estudio para ver qué posibilidades podemos tener no sólo en Salamanca, también en el campus de Madrid, pero todavía está en estudio.

- La competencia es cada vez mayor y siempre está latente esa polémica entre universidad pública y universidad privada, que si una pisa a la otra e invade su espacio y viceversa.
- Nosotros no competimos con la universidad pública, buscamos grados y másteres que sean acordes con nuestro ideario, sin pensar en la competencia, sino en lo que nuestra universidad quiere aportar a la sociedad. Creemos que en Salamanca, y lo he hablado con el rector de la Universidad de Salamanca, no nos hacemos competencia, cada uno tiene su ámbito. La universidad privada ofrece en España en general un plus a la universidad pública, un espacio que es de libre elección por parte de los alumnos, que se autofinancia y por tanto es una liberación económica para el Estado, es un gran ahorro para el Estado.

- Pero también dependen de las normas de la administración pública, de las directrices del Ministerio de Educación y la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. ¿Qué le parece el mapa de titulaciones que se ha llevado a cabo?
- Ha sido un gran logro de la Junta, unificar, conseguir el consenso de las nueve universidades de Castilla y León, públicas y privadas. Todos hemos firmado el pacto de titulaciones, de manera que nos hemos comprometido en cuatro años a implantar solamente los grados o posgrados que figuran en ese mapa. Por tanto, ahora mismo en Castilla y León hay una claridad en cuanto a eso y un cierto orden en esa oferta. El pacto se está respetando y eso ya es mucho. Nosotros queremos colaborar y tener total transparencia.

- ¿Cuál es el porcentaje de inserción laboral de las titulaciones de la UPSA?
- No está nada mal la tasa. Por ejemplo, los alumnos de enfermería no acaban de terminar y están todos colocados, tenemos problemas incluso porque quieren los títulos ya y eso lleva su trámite. Hay titulaciones con una empleabilidad altísima, también informática. Estudiar en la Universidad Pontificia tiene prestigio de cara a la empleabilidad futura y ayudamos a los alumnos con todo tipo de becas, hay bastante oferta. Hacemos todo lo que podemos por el alumno.

“No competimos con la universidad pública, buscamos grados y másteres que sean acordes con nuestro ideario”

- Dentro de ese espíritu de servir a la sociedad encaja la Universidad de la Experiencia. ¿Alguna novedad para el próximo curso?
- Goza de excelente salud, en lugar de envejecer, rejuvenece, porque además ha disminuido la edad de acceso. La creación de ese programa fue una profesora nuestra, Adoración Holgado. Son unos alumnos con un afán de saber estupendo, integrados, entusiastas, que esa cultura que adquieren va a repercutir en una mejor sociedad. Tenemos diversos servicios en lo social, como atención logopédica gratuita que prestan profesores y alumnos, tenemos el centro de orientación familiar para ayudar a quienes tienen problemas, y hemos inaugurado recientemente un servicio de atención psicológica sanitaria, más de tipo clínico, que ofrece a la comunidad universitaria un servicio gratuito de atención psicológica y también, externamente, con un precio reducido. Este centro comenzó hace pocos meses pero ya tiene lista de espera y era una contribución que teníamos que hacer a la sociedad de Salamanca.

- Aportación a la sociedad salmantina, castellana y leonesas, española en general, pero en un mundo globalizado, las relaciones internacionales son fundamentales para una institución académica. ¿Cómo son en la actualidad en la Universidad Pontificia?
- Hay muchas cosas, tenemos muchos contactos. La Universidad Pontificia está muy reconocida en Hispanoamérica, tenemos convenios con muchas universidades y con otro tipo de instituciones, pero también con varias europeas. También tenemos un buen número de Erasmus, se están multiplicando, no sólo alumnos, también profesores y personal de administración y servicios, pensando en hacer titulaciones conjuntas con el extranjero. Pero nuestro campo más natural, nuestra expansión más natural, es con Hispanoamérica. Por ejemplo, tenemos un programa de doctorado en Guatemala que está haciendo un gran servicio a país, y queremos seguir expandiéndonos, continuar, porque continuamente nos están pidiendo colaboración.

- Europa, Hispanoamérica, ¿y Asia?
- Desde luego no cerramos las puertas a convenios, tenemos muchos con universidades chinas, cada año vienen aquí alumnos, un grupo grande. La Universidad Pontificia es una de las universidades recomendadas por el gobierno chino. Alguno de estos alumnos, cuando adquiere un cierto conocimiento del idioma, se matricula en algún grado o posgrado. La relación internacional la cuidamos.

- En resumen, ¿qué ofrece la Universidad Pontificia que no ofrezcan otras universidades a los alumnos?
- Ofrece lo que tiene y es digno de elección. De hecho, yo lo elegí en su momento y, sin denigrar a ninguna otra universidad, por supuesto, tengo dos hijas que están en la universidad pública, creo que la Universidad Pontificia es un lugar estupendo para estudiar, para crecer como persona. Lo que podemos ofrecer y no pueden hacer otras, porque no pueden por el número de alumnos, es una cercanía, un seguimiento, una relación cercana con el profesor, con las autoridades académicas, una vida universitaria más rica por cuanto somos menos y podemos hacer muchas más cosas. Les ofrecemos muchos servicios, empezando por el voluntariado, se vuelcan, teniendo nosotros siete mil alumnos y la Universidad de Salamanca más de veinte mil tenemos más voluntarios y mucha más actividad. Les ofrecemos algo diferente y el que quiera valorarlo estaremos encantados de recibirlos. Cuidamos al alumno como si fuera único en todas sus facetas.