El salón de plenos del Ayuntamiento, a tres niveles
El Salón de Plenos del Ayuntamiento ofrece una imagen diferentes tras los trabajos de mantenimiento y adecentamiento interior que se están llevando a cabo en los espacios comunes del edificio de la Casa Consistorial. El levantamiento de la tarima de madera que elevaba el estrado al nivel de la mesa presidencial, y de la vieja alfombra que cubría todos el espacio en el que se asientan las mesas y sillas que ocupan los concejales en las sesiones plenarias, ha dejado al descubierto una desconocida estructura original con tres niveles de altura diferenciados.
Algo que ha sorprendido tanto a los corporativos como al conjunto de funcionarios y trabajadores municipales, porque la tarima de madera y la gran alfombra que cubría todo el espacio presidencial, fue instalada ya hace varios decenios e incluso antes de la actual etapa democrática, sin que hasta ahora haya sido levantada íntegramente. Tan solo se han realizado en ella algunas labores de mantenimiento y cosido parcial de espacios deteriorados.
Los trabajos de adecentamiento que se están llevando a cabo por la Alcaldía durante las últimas semanas incluyen también la limpieza y pulido de suelos, el repintado de paredes, la limpieza y tratamiento de conservación de la vidriera central, pulido de la lámpara colgante y otros elementos de bronce, lijado y barnizado de la barandilla y elementos de madera, y la sustitución de la alfombra de la escalinata de acceso a la planta central.
En el salón de plenos se está procediendo además a la revisión y renovación del cableado eléctrico y de sonido, eliminando algunos tendidos que permanecían ocultos bajo la alfombra y que suponían un auténtico riesgo para los usuarios.
El objetivo que se pretende con esta actuación de la Alcaldía es tanto el de acometer un proceso de mantenimiento necesario en un edificio catalogado como es la antigua "Casa de Panaderas", que no se había realizado desde hace años, como el de ofrecer una imagen noble y adecuada para los actos que en él se desarrollan como las propias sesiones plenarias, las habituales bodas civiles y las numerosas visitas institucionales.