En el mes de diciembre todos son prisas. El último día del año se acerca y antes hay que dejar las cosas en su sitio. En un receso que tiene José Antonio Salvador Insúa (Valladolid, 1967) a lo largo de la mañana, quedamos para desayunar y hacerle unas preguntas. Es un hombre de agenda complicada, pues ser Decano de la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid conlleva unas responsabilidades que no pueden desatenderse. No obstante, no es nuevo en la Universidad, lleva desde los 23 años impartiendo docencia, ahora como Profesor Titular de Economía Aplicada, y siendo profesor tutor de la UNED y en diversos másteres de la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Valladolid.

Para no robarle mucho tiempo, me pongo de inmediato a cuestionarle sobre la actualidad, sobre la economía y la política. ‹‹La economía española tras sufrir una profunda recesión comenzó una etapa de recuperación en 2014. Esta recuperación se debió en buena medida al fuerte crecimiento de nuestra demanda exterior tanto de exportaciones como de turismo, que a su vez obedeció al fuerte ajuste de precios y salarios que realizó la economía española durante la crisis››. Sí, pero la recuperación… ‹‹La recuperación de la economía permitió la creación de empleo y esto a su vez posibilitó la recuperación de la demanda interna ayudando de esta forma a consolidar el crecimiento económico. Pero lo más destacado es que, a pesar de que el consumo interno ha crecido, las exportaciones continúan su buena marcha lo que es una gran noticia››. Entiendo que ahora somos más competitivos, ¿no es así? ‹‹Así es, ahora somos más competitivos. Lo que resta por hacer es ser capaces de competir en calidad, diseño, tecnología e innovación y ser más productivos para no depender tanto de los precios, para, de esta forma, poder subir los salarios reales y mejorar el nivel de renta de todos››.

Escuchando esto, es lógico que la situación catalana afecte de inmediato estos progresos. ‹‹El problema es que cuando estamos inmersos en este proceso de cambio económico, tan vital para nuestro futuro, surge el problema del secesionismo catalán y ponemos en riesgo todo este crecimiento. Pero esto no es nuevo en España, un país que a lo largo de su historia ha mostrado claras tendencias suicidas de las que parece no aprender, porque las repite una y otra vez. Es una situación que para los que no somos nacionalistas es difícil comprender, dado que se apoya en los sentimientos y no en la racionalidad. Podría dar muchos argumentos históricos y económicos para rebatir la fábula nacionalista, pero no serviría de nada porque no se puede refutar los sentimientos. Desde un punto de vista económico es un suicidio para ellos y, por desgracia, para todos los demás, porque lo que estamos haciendo es desanimar a cualquier inversor extranjero y frenar el crecimiento económico generando incertidumbre, que es lo peor que se puede hacer en Economía. Además está situación nos está llevando a dejar de lado problemas que requerirían toda nuestra atención como son el envejecimiento de la población y la viabilidad futura de nuestro sistema de pensiones y nuestro sistema sanitario››.

Sin duda, muchos de los artífices que el día del mañana se encargarán de seguir desarrollando y dando armonía al país salen de la Universidad de Valladolid, pero ¿se la valora cómo se debe? ‹‹La Universidad de Valladolid es una venerable institución escasamente valorada por los conciudadanos, probablemente porque no nos damos a conocer. La institución cuenta con grandes investigadores y docentes reconocidos tanto dentro como fuera de España y este es un dato que en buena medida se desconoce, lo que es una verdadera lástima››. ¿Y en concreto la Facultad de Comercio? ‹‹La Facultad de Comercio lo que puedo decir es que es un centro que ha tratado de innovar tanto en docencia como en investigación a través de algo novedoso en la universidad pública española: la colaboración con las empresas. Esto nos ha permitido crear uno de los más modernos laboratorios de neuromarketing que existe en España, siendo pioneros a nivel nacional en este tipo de investigaciones. Todo esto, unido a otras muchas más cosas que hace la Facultad y que sería materia para un monográfico, nos ha permitido formar alumnos muy empleables, hasta tal punto, que más de 70% de nuestros alumnos de grado y master tienen trabajo antes de acabar la carrera››. Un gran dato que debería de tener en cuenta el lector de estas líneas si se encuentra dudoso a la hora de escoger una carrera.

Miramos el reloj y vemos que nos hemos metido ya en hora de almorzar, más que de desayunar, así que nos despedimos y emplazamos la conversación con un “continuará” y unas risas. Pero antes de salir por la puerta, José Antonio me dice: ‹‹aunque no lo parezca he hecho un ejercicio de contención importante porque son muchas las cosas que te podría contar sobre la Economía, sobre la Facultad de Comercio, y sobre la Universidad y su necesaria reforma, de esto puedo escribir un libro››. Yo le digo que se anime, que a muchos nos encantaría leer su opinión publicada en un libro, y que le tomo la palabra en eso de “continuará”…