Con más sufrimiento del habitual pero no por ello inesperado, el VRAC consiguió el pleno de puntos en su visita al F.C. Barcelona Rugby, un equipo que en el estreno de la División de Honor en septiembre, demostró en Pepe Rojo ser un perfil de equipo muy diferente al de las últimas temporadas.

Con el paso de las jornadas, los catalanes han ido confirmando su crecimiento a base de una valiente propuesta. En el arranque de la segunda vuelta, en La Teixonera, el VRAC tuvo que emplearse a fondo para volver a Valladolid como líder de la Liga española. Un primer puesto en el que el cuadro pucelano cerrará 2017 y abrirá 2018, aunque antes tendrá el ambicioso objetivo de ganar su segunda Copa Ibérica, primera lejos de casa. Será el próximo sábado, víspera de Nochebuena, en el Estadio Universitario de Lisboa y frente al CDUL. Quizás esa cita, marcada en rojo desde hace semanas en el calendario quesero, despistó a los pupilos de Diego Merino mediada la segunda parte y cuando el encuentro parecía claramente decantado a favor del VRAC.

Corría el minuto 55 y el Quesos vencía 17-35. Nada ni nadie en ese momento hacía indicar que los últimos instantes del encuentro serían de infarto, hasta el punto de que la victoria azulona corrió serio peligro.

Hasta ese momento, el VRAC había demostrado solidez, inteligencia, frialdad y también eficacia. El césped sintético de La Teixonera implicaba riesgos que el Entrepinares supo sortear durante el primer acto. Tras un tanteo inicial, que dejó ataques por parte de ambos bandos, Gareth Griffiths y Bautista Guemes inauguraron un marcador que pronto comenzó a dispararse. Al VRAC le interesaba un partido abierto y rápido para que el encuentro no se bloquease y dejase un tanteo bajo que complicase la consecución de al menos cuatro ensayos que valiesen el punto bonus ofensivo.

El primero y el segundo fueron, en un abrir y cerrar de ojos,  para Pedro de la Lastra y John Wessel-Bell, y en ambos casos aprovechando su punta de velocidad en los últimos metros tras un buen trabajo colectivo que hizo mover el oval de un lado a otro para romper la defensa blaugrana. Pronto respondió Granell para recortar diferencias, pero a los cinco minutos De la Lastra y Wessel Bell se juntaron por la banda izquierda y en una combinación letal volvieron a dar dos ensayos de ventaja al VRAC. Antes del descanso, Martín García volvía a acercar el Barça, pero un castigo pasado por Gareth Griffiths dejaba una ventaja de más ocho puntos que obligaba al VRAC a no despistarse en el segundo tiempo. Las amonestaciones a Jody Allen y Martín García poco antes del intermedio dejaban a los dos equipos en inferioridad tras la reanudación.

Dicho y hecho, el Quesos fue a por todas al comienzo del segundo acto. Griffiths garantizó otros tres puntos con el pie, que suponían ya 11 de ventaja para los pucelanos, y un ensayo de Jose Basso otorgó la mayor ventaja del partido al VRAC. 18 puntos arriba que hicieron que los de Merino desconectasen erróneamente mientras los locales no perdían la fe de derrocar al líder de la División de Honor. Con dos ensayos en menos de diez minutos, ambos de Juan Cruz, los barceloneses se subieron a las barbas y soñaron con la remontada. Necesitaban un ensayo más, pero el VRAC no estaba dispuesto a ceder el liderato y dejarse puntos en La Teixonera.

El equipo se armó defensivamente y se volcó a por la sentencia, adelantando líneas y con una intensa presión. Así, fue agotando los minutos en campo contrario y, para evitar una última jugada contra las cuerdas, consiguió un nuevo ensayo por medio de Nathan Paila que servía para, ahora sí, dejar vía libre a la Copa Ibérica desde lo más alto de la tabla clasificatoria.