real valladolid - lugo futbol segunda 7

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Región

Luces y Sombras

24 diciembre, 2017 21:49

Pocos podían presagiar hace unas semanas, tras las tres derrotas consecutivas ante Cádiz, Numancia y Albacete que el Real Valladolid se iba a marchar al parón navideño con otras sensaciones tras los dos últimos triunfos ante Lorca y Real Zaragoza en el Estadio José Zorrilla.

Pero lo cierto es que así ha sido y así es la Segunda División del Fútbol español, para unos falta de calidad y de fantasía, para otros llena de igualdad, pasión y emoción, que hace que el conjunto que dirige Luis César Sampedro mantenga sus opciones de alirón pese a estar a siete puntos del ascenso directo y cinco del Playoff.

La defensa, el principal déficit

El bajo estado de forma de un Isaac Becerra que está a años luz de lo que fue en Girona, ha dado la titularidad indiscutible y desde el minuto uno a un Masip que en este tramo inicial de la temporada ha demostrado que ha de ser el guardián del marco blanquivioleta pese a haber recibido 32 goles en 20 partidos.

Y es que el Pucela encuentra en la zaga su déficit principal. De hecho, es el segundo equipo más goleado de la categoría solo superado por el Córdoba que ha visto perforado su marco hasta en 36 ocasiones.

La inestabilidad en el lateral izquierdo con Nacho y Ángel y la falta de constancia a la hora de repetir con asiduidad la pareja de centrales, que ahora parece que es la formada por Kiko Olivas y Deivid que poco a poco se van asentando, generan dudas atrás en el equipo que deben de ser resueltas por el mister. Solo Antoñito, un lateral derecho correcto parece tener el puesto asegurado.

Una medular sumamente válida

En la medular es donde el equipo, este año, está recibiendo las mejores noticias. Con un Borja que se ha convertido en piedra angular del proyecto y que acumula 1470 minutos en estos primeros 20 partidos de Liga y un Anuar que crece partido a partido y que tiene conquistada a una afición que suspira cuando le ve jugar.

Lo mismo que ocurre con Toni. El 19 del conjunto blanquivioleta es diferente y marca la diferencia con su calidad y su fantasía, también con su buen hacer entre líneas. Al murciano se le lastra en exceso cuando se le echa a la banda pero brilla en demasía cuando juega en el que es su puesto, por detrás del punta.

A su lado, Pablo Hervías ha ido de menos a más y cada vez se le ve más enchufado, una lástima que en ocasiones le sobre un toquecito a la hora de soltar la bola pero es el complemento perfecto a un Óscar Plano que como el cedido por el Eibar, crece a medida que pasa la temporada.

Mata, el ‘Pichichi’ para el ataque

Sin duda, la mejor noticia de la temporada para el Pucela es Jaime Mata, un futbolista que, como se está pudiendo ver, fue totalmente desaprovechado el año pasado por Paco Herrera tirado a banda y que este año se está mostrando como un auténtico killer en la punta de lanza.

Con sus 16 goles Jaime Mata es el ‘Pichichi’ de la categoría y está en estado de gracia. Le da igual enchufarlas con cualquiera de las dos piernas, que con la cabeza e incluso de penalti y es muy útil para la segunda línea del ataque del equipo, que se aprovecha de sus buenos movimientos y su inteligencia.

A poco que este Pucela mejore atrás todo va a ir a mejor. Mimbres tiene y calidad también para intentar conseguir algo grande esta temporada, para volver a la Primera División del fútbol español, un lugar en el que el equipo ha de estar por historia, ciudad y afición.