ICAVA y Junta colaborarán en el Congreso Nacional de la Abogacía
El decano del Colegio de Abogados de Valladolid (ICAVA), Javier Garicano, junto con el vicedecano, Javier Martín, se han reunido con el delegado territorial de la Junta, Pablo Trillo, para estudiar fórmulas de colaboración en torno al ‘XII Congreso Nacional de la Abogacía’ que se celebrará en Valladolid en mayo de 2019. Además, en el encuentro han revisado otros ámbitos de colaboración que ya tienen establecidos ambas instituciones como el asesoramiento a mujeres víctimas de violencia de género.
El Congreso Nacional de la Abogacía se celebra cada cuatro años y es la cita más importante para los profesionales del Derecho y la Justicia. Un encuentro que ha logrado reunir a una media de 1.500 congresistas en las últimas ediciones. Trillo ha puesto a disposición del ICAVA “toda la ayuda que desde la Junta se pueda ofrecer” para el desarrollo de este congreso, al que ha calificado de “oportunidad” para la ciudad.
Asimismo, se interesó por la situación del colectivo y destacó la labor social del abogado. “Es una profesión que está al servicio de los demás, y que a veces no está reconocida”, aseguró Trillo. En este mismo sentido se pronunció Javier Garicano, quien afirmó que el congreso no sólo “situará a Valladolid en el mapa de la abogacía”, sino que también servirá para transmitir al ciudadano “la vertiente social de la abogacía”. Además, el decano del ICAVA, quiso agradecer la “disposición y la ilusión” que han mostrado la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación para que Valladolid sea la sede del congreso “más importante de la abogacía española”.
Modernización del colectivo
La modernización del colectivo será el eje sobre el que girará este congreso, en el que __en palabras de Garicano__ “se sentarán las bases de la nueva abogacía”. “Estamos en un momento de cambio absoluto. Hemos pasado de una abogacía tradicional a una abogacía eminentemente tecnológica”, explicó el decano del ICAVA.
“Hace 50 años se celebró en León un congreso que sentó las bases de la abogacía actual y hemos vuelto a Castilla y León para sentar las bases de la abogacía del futuro”, aseveró Garicano, quien advirtió que en el encuentro se analizarán posibles reformas del Ordenamiento Jurídico, que “servirán de fuente para futuras reformas legislativas”.
En los diferentes congresos celebrados por la Abogacía Española se ha podido impulsar la creación y modificación de su normativa institucional, estatutos, organización del consejo y de los colegios profesionales, así como el impulso del código deontológico. Un congreso en el que se analizan y se da respuesta a los cambios producidos, pero siempre bajo el imperativo del respeto al Estados de Derecho y a las libertades fundamentales.
El último Congreso Nacional de la Abogacía tuvo lugar en Vitoria-Gasteiz en 2015, bajo el lema ‘Por una sociedad más justa. 100 años de Congresos de la Abogacía’. El anterior se celebró en Cádiz en el año 2011 y tuvo como trasfondo el Bicentenario de la Constitución de 1812; un texto histórico que sirvió como punto de partida para debatir el futuro de la profesión.
Un congreso histórico
El I Congreso Nacional de la Abogacía tuvo lugar en San Sebastián en 1917, donde los abogados de toda España sentaron las bases de la futura institución que regularía y velaría por la profesión, el Consejo General de la Abogacía Española. Ya entonces se solicitó la regulación del acceso a la profesión, una reivindicación que ha tardado más de 90 años en fructificar con la aprobación de la Ley de Acceso y su entrada en vigor el 1 de noviembre de 2011.
Tras San Sebastián, pasaron 15 años hasta que los abogados volvieron a reunirse, en el año 1932, esta vez en Madrid en tiempos de la II República. El Consejo General de la Abogacía se crearía once años después de este Congreso, en 1943.
Durante la dictadura franquista, tan sólo se celebraron otros dos congresos, el III Congreso Nacional de la Abogacía, que tuvo lugar en Valencia en 1954, y el cuarto, celebrado en León en 1970 y que es recordado como el ‘Congreso de la Ruptura’, pues la Abogacía decidió abrir sus puertas a la sociedad comprometiéndose a modernizar sus estructuras, haciendo especial hincapié en la defensa de los derechos humanos y las libertades de todos los ciudadanos, estableciendo además, los cimientos del Estatuto General de la Abogacía de 1982.
La siguiente cita tuvo lugar en 1989 en Palma de Mallorca, donde se certificó un cambio en las estructuras colegiales; a la que siguió A Coruña en 1995, donde se tomaron numerosos acuerdos en relación a la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita que se aprobó en 1996 y donde además se acordó celebrar un Congreso cada cuatro años. En 1999, Sevilla, el último Congreso del milenio, fijó los cimientos de la Ley de Acceso a la Abogacía. En Salamanca, en 2003, la Abogacía Española puso en marcha su ambicioso Plan de Modernización Tecnológica.
En el IX Congreso Nacional de la Abogacía, que tuvo lugar en Zaragoza en 2007, se hizo especial hincapié en la función social del abogado, en la defensa de los derechos humanos, así como en la necesidad de salvaguardar los principios esenciales de la Abogacía, que aseguren el pleno ejercicio del derecho de defensa, y que son la libertad, la independencia y la competencia de los abogados. En X congreso se celebró en Cádiz (2011) y el XI en Vitoria (2015).