Diversión y mucho color en la San Silvestre zamorana
Como es tradición en la capital de Duero, cada 31 de diciembre los zamoranos despiden el año de una forma muy peculiar y deportiva. Y es que, año tras año una gran manta zamorana recorre las calles más céntricas de la ciudad celebrando la San Silvestre. Así, miles de personas se han concentrado alrededor de las cinco de la tarde en la laza Mayor y aledaños para recorrer tres kilómetros y terminar el año en forma.
Pero, no solo esta carrera triunfa entre la sociedad zamorana por su parte deportiva sino también, por su parte más divertida. Diferentes disfraces desde los clásicos de Papá Noel hasta los más increíbles como los superhéroes, romanos o animales pasando por complementos decorativos que llaman la atención de todos los curiosos que no se pierden esta cita anual.
Primero los más pequeños demostrando que hay buena cantera en el mundo del atletismo tomaron las riendas de la cita deportiva y con mucho compañerismo, ilusión y alegría recorrieron una pequeña parte del circuito levantando grandes ovaciones entre el público. Después, fue el turno de los niños más mayores que a lo largo del trazado se fueron encontrando con la gran multitud que salía desde el arco principal para recorrer y animar las calles.
Sin duda, una prueba deportiva en la que lo competitivo queda a un lado y donde lo más importante es la diversión, el jolgorio y la forma tan animada de despedir el año tanto para pequeños como para los adultos, que año tras año, siguen disfrutando de esta prueba.