Hogueras, caldo y hermanamiento contra el frío en Pingüinos
La niebla y el frío ya han acudido a Pingüinos, puede que el sábado lo hagan la lluvia o la nieve. Nadie quiere faltar a la concentración motera más reconocible en el invierno. Tampoco los miles de participantes que estos días pueblan las carreteras de la provincia culminando sus viajes desde todos los puntos de la geografía española e, incluso, europea.
Decenas de montones de leña son el combustible necesario para abastecer casi de manera permanente las hogueras de los motoclubs que acampan en el pinar. El caldo se suma como elemento imprescindible para reponer la temperatura durante las horas de frío a la intemperie y el hermanamiento entre los moteros hace el resto.
Marc apunta que pasaran en la hípica todos los días de la concentración “y después alguno más por la zona, para luego seguir el viaje por el sur hasta que a finales de mes regresemos a Canarias en barco”.
Mucho más al norte comenzaron su viaje Xurxo Mayo y Olalla Lestón, que salieron el jueves de Muros (La Coruña) y tras atravesar la nieve de Padornelo llegaron a Valladolid. “Hace frío pero de momento es seco, así que estamos casi mejor que en la costa ahora con la humedad”, comentan con la sonrisa del debutante.
Presencia internacional
Siempre es habitual ver en Pingüinos a motos con matrículas de diferentes países, algunas hasta con una decoración poco menos que exótica. Entre las peculiaridades de esta edición están una importante delegación alemana, un grupo de motoristas de la Policía de Roma y una delegación de una televisión francesa para cubrir el ambiente motero que identifica a Valladolid como la referencia invernal de las dos ruedas.