Seis lobos muertos por envenenamiento y disparos en la provincia vallisoletana
Tres lobos ingresaban en el CRAS (Centro de Recuperación de Aves Silvestres) de Valladolid, dos de ellos muertos y otro en estado crítico. El cadáver de uno de ellos mostraba lesiones compatibles con un tiro, mientras que el otro mostraba indicios de envenenamiento. El que aún vive fue encontrado moribundo, con un grave ataque de sarna. Además, al menos otros dos lobos fueron abatidos en una montería autorizada en los Montes Torozos. Otro ejemplar del mismo grupo familiar fue sacrificado recientemente con la justificación de daños al ganado. Desde las Asociaciones animalistas han recordado que en líneas generales, los lobos muertos por furtivismo suelen llegar al 50% de la mortalidad legal, por lo que este grupo podría haber sido severamente diezmado. Toda una irresponsabilidad y despropósito por parte de la Consejería de Medio Ambiente, responsable de la conservación de esta especie, añadir descastes a los casos de furtivismo mortalidad.
En total son seis los lobos que han perdido la vida. Dos tras ser abatidos durante una cacería en Mucientes, otro en aguardo por daños al ganado en las inmediaciones de una granja escuela en Villalba de los Alcores. Uno que perdió la vida por sarna, otro por envenenamiento y otro por caza furtiva.
La caza ilegal y el uso del veneno, siguen sin ser tomados en serio por parte de la Administración castellano-leonesa, que mira para otro lado constantemente ante estos problemas, y que lejos de poner soluciones a estas lacras, permite cazar lobos aunque ya se haya alcanzado el cupo establecido. Valladolid cuenta con un cupo cinegético de 5 lobos, y a día de hoy las muertes conocidas de esta especie entre controles autorizados y mortalidad ilegal serían de 6.
Desde ASCEL y ACENVA se solicitará a la Junta de Castilla y León la correspondiente información sobre todos estos casos, reclamando el cumplimento de su responsabilidad como órgano competente para la conservación de la especie.