Un libro indaga en el Unamuno comprometido, pacifista y deportista
La Biblioteca Nacional ha acogido este martes el libro 'Miguel de Unamuno. Epistolario I (1881-1899)', un volumen que reúne 303 cartas, de las cuales 64 son inéditas que revelan el perfil "comprometido", "pacifista" y aficionado al deporte del escritor y filósofo.
Este epistolario, publicado por Ediciones Universidad de Salamanca con introducción, edición y notas de Colette Rabaté y Jean-Claude Rabaté, tiene el objetivo de entender y descubrir la personalidad, las aficiones y el pensamiento cultural y político de Unamuno.
Las más de 300 cartas abarcan las dos últimas décadas del siglo XIX y, recopiladas en orden cronológico, se pueden encontrar misivas privadas y públicas, borradores y postales, cartas ficticias y administrativas.
Según ha señalado Jean-Claude Rabaté en declaraciones a Europa Press, estas cartas, todas ellas escritas durante su juventud, revelan a un Unamuno "muy comprometido con las luchas políticas de la época", que no dudó en manifestar sus críticas al alcalde de Bilbao o al Obispo de Salamanca.
Además, también descubre a un Unamuno enamorado por el deporte, tal y como revelan la carta que envió al que fue su profesor de gimnasia. "Es divertida porque nos enteramos de que le encantaba el deporte y de que era casi un campeón en trampolín", ha relatado Rabaté.
En este sentido, ha explicado que el escritor estaba "angustiado" por la muerte, porque su padre murió a causa de una tuberculosis pulmonar y él sufría problemas de pecho, motivo por el que hizo mucho ejercicio para desarrollar su cuerpo.
Asimismo, Rabaté ha destacado que Unamuno tuvo "pronto" una cultura "descomunal" para su edad. De hecho, "dominaba varios idiomas", entre ellos el italiano, el alemán, el inglés y el francés, y estaba "obsesionado" también por el teatro. "Estaba al tanto de la vida intelectual, cultural y política de España y de Europa", ha dicho.
En líneas generales, Rabaté ve estas cartas como "borradores de sí mismo" y de una "personalidad fuerte que se afianza", lo que le llevó a escribir al mismísimo Antonio Cánovas del Castillo para pedir la liberación del anarquista Pere Coromines.