Guijuelo consolida la Fiesta del Mondongo
La Fiesta del Mondongo transformaba esta mañana la Plaza Mayor. A la labor de las choriceras se sumaba la presencia de los carros arrieros así como el plató rodante de Cana Cocina. Muchas eran las personas que a partir de las 11:30 de la mañana se pasaban por la carpa instalada y observaban como las mujeres de la Asociación de Las Águedas trabajaban como lo hicieran nuestras abuelas.
De forma tradicional, adobaban el magro para después embutirlo en tripa ante los vecinos y visitantes que no querían perderse este homenaje a otro de los procesos de la matanza. “Para mí es un honor convertirme en Mondonguero o choricero mayor”, apuntaba el periodista y presentador de los Desayunos de TVE, Sergio Martín Herrera, que a lo largo de la más de una década que lleva participando en las Jornadas de la Matanza Típica ha sido desde compñanate a matancero de Honor o maestro de ceremonias. “Todo me hace una gran ilusión”, apuntaba recalcando que “conservar estas tradiciones es muy importante para que se conozca nuestro pasado”.
Por su parte, la concejala de Turismo, Sandra Méndez Manzano mostró su satisfacción por la continuidad de la Fiesta del Mondongo. “Una inicitiva que comenzbaa el año pasado y que ya se ha consolidado”, añadía recalcando, además que “siempre estams intentando innovar, y buen ejemplo de ello es la I Feria Gastronómica que se celebrará el próximo fin de semana”. Méndez Manzano, que se mostró satisfecha del desarrollo de las XXXIII Jornadas de la Matanza Típica recordó la apuesta por la promoción del turismo gastronómico que se está haciendo por parte del Ayuntamiento. “Buen ejemplo de ello son estas actividades”, agregaba y recordaba que el próximo domingo se repetirá la Fiesta del Mondongo.
Durante toda la mañana, el público que asistió de forma masiva pudo no solo observar cómo trabajaban las choricweras sino que también se cocinaron unas chichas y se guisaron unas Lentejas de la Armuña, además de repartirse, como desayuno unos churros con chocolate. Todo aderezado con la música de dulzaineros y tamborileros que consiguieron que más de una pareja se arrancara a bailar jotas y pasodobles.