Salamanca se vuelve más dependiente de productos extranjeros
El Ministerio de Economía, Industria y Competitividad ha publicado los datos de la balanza comercial correspondientes al mes de diciembre, con los que se puede realizar un balance anual. En la provincia de Salamanca son positivos, pero al mismo tiempo negativos.
Positivos porque la diferencia entre exportaciones e importaciones es favorable, 82 millones de euros. Así, el año pasado se vendieron productos por 675 millones de euros y se compraron por 593. Sin embargo, ese beneficio fue un 46% inferior al año anterior, entre las diez provincias de España con mayor caída, y el peor dato desde el año 2011, pues descendieron las exportaciones (el dato más bajo desde 2010) y aumentaron las exportaciones.
Esta mayor dependencia de productos extranjeros fue importante en diciembre, cuando se rompió una racha de nueve meses al alza. El año pasado terminó con una balanza comercial negativa de once millones de euros tras dispararse las importaciones. Y en estas estadísticas sólo se contabiliza el extranjero, teniendo en cuenta que la crisis catalana está pasando factura en las ventas de productos en el interior del país.
Salamanca exporta al exterior principalmente productos químicos, 147 millones de euros el año pasado, por delante de productos cárnicos, 139 millones, grasas y aceites, 37 millones. Los países europeos son su destino, destacando Francia, Portugal, Holanda y Bélgica.
Los números no son peores gracias a la agroalimentación
El experto en comercio exterior David Sánchez, director de la Aduana de Salamanca-Citycesa, responsable de la internacionalización de muchos productos salmantinos, explica en declaraciones a pyme.info que "las políticas de los gobiernos de Francia y Bélgica que han comenzado a priorizar las energías renovables han supuesto una caída en las compras de combustible nuclear, el principal producto de exportación de la provincia”.
En palabras del experto en logística y comercio exterior, el crecimiento de las exportaciones de mercancías como carnes, grasas animales, productos lácteos, cereales y otras vinculadas al sector primario “ha conseguido un logro como es la diversificación de las ventas al extranjero, especialmente en diversos productos más allá de un monocultivo”.
Sánchez pone como ejemplos las ventas de tocinos y grasas animales, así como las bebidas y líquidos alcohólicos, que se sitúan entre los diez productos más vendidos por Salamanca al extranjero. “En ambos casos el alza es exponencial. Más de un 166% en el primero y más de un 116% en el segundo”.
Salamanca también se ha especializado en las ventas de productos del sector manufacturero. Las ventas de productos manufacturados del caucho y de fundición han acumulado unas ventas de más de 70 millones de euros. “Poseen índices interesantes con mejoras de casi un 18% en el caso del caucho y de un 10% en los productos de fundición terminados”.
Finalmente, el director de la Aduana de Salamanca-Citycesa recuerda que Francia, Países Bajos y Portugal continúan un año más siendo los tres principales compradores de los productos salmantinos. Sin embargo, otros países comunitarios como Alemania o el Reino Unido, a gran distancia, se acercan impulsados por crecimientos de más del 50%.
“Dentro del podio de los tres mayores socios comerciales de Salamanca, sólo los Países Bajos ha mejorado sus datos de compras respecto a 2016. Ha superado a un aliado tradicional y vecino geográficamente como Portugal. La distancia entre los tres primeros y el cuarto es considerable, pero se está acortando, porque Alemania y el Reino Unido han mejorado un 69 y un 75%, respectivamente”, concluye David Sánchez.